Wednesday, July 06, 2011




ESTUDIOS Y PROYECTOS HISTORICOS DEL FERROCARRIL BARCELONA SARRIÁ
Una carta del Duque de Gluckberg a Fernando Muñoz, Duque de Riansares, revela prolegómenos del futuro camino de hierro entre Barcelona y Sarriá.
"Don Juan Soler del Comercio e Barcelona en agosto de 1853 presentó una solicitud pidiendo la concesión del camino de hierro de Barcelona a Sarría pasando por Gracia y San Gervasio, a tenor de los planos que acompañó, sin perjuicio de hacer las notificaciones que la experiencia enseñase conducentes al hacer un estudio mas detenido del terreno.
El Trayecto tiene una legua y media escasa de extensión; su coste positivo se calcula en tres millones y sus rendimientos han de ser de muchísima cuantía se se atiende que atraviesa ´la comarca mas poblada que hay en España, donde hay un movimiento de pasageros inmenso, tanto que entre Gracia y Barcelona se mantienen constantemente un sin número de ómnibus, coches y tartanas, cuyo producto es verdaderamente incalculable, y en Sarriá hay dos Sociedades en competencia que sostienen veinte y cinco ómnibus en días comunes y treinta y hasta cuarenta, en los días festivos, aparte de los coches particulares y de alquiler que van por aquella carrera. De una de las sociedades rivales se sabe fijamente que, un tiempo con otro, gana diariamente sobre mil reales, pudiendo calcular en otro tanto, por lo menos, lo que gana la otra. Por lo que hace a San Gervasio, no es fácil hacer un cálculo, por cuanto los caleseros están en combinación con los de Gracia, habiendo solo media docena de ómnibus que hacen la carrera de San Gervasio, empero atendiendo a lo numeroso y creciente de aquella población que debe considerarse como otro arrabal de Barcelona, puede asegurarse que no bajaría el rendimiento de una estación en aquel punto de doscientos mil reales.
Esta hermosa perspectiva que garantiza la duplicación del capital que se invierta en el camino, dentro pocos años, ha hecho que esta empresa haya sido codiciada, habiéndose presentado tres o cuatro peticiones para su concesión.
En el Ministerio de Fomento se ha suspendido el curso de estos expedientes, hasta haber determinado la dirección de las vías ferradas generales. Pero como ninguna de las que parten de Barcelona pueda atravesar las montañas del Tibidabo y San Pedro Mártir, por cuya falda ha de correr el camino de hierro de que se trata, a menos de mediar, una segunda intención que el Gobierno no debe favorecer; es de ahí que el motivo que se alega para suspender la concesión no tiene fuerza alguna. Y si no es justo demorar la concesión, Don Juan Soler debe ser con razón preferido, ya que de todos los pretendientes es el único que ha presentado planos, por más que no sean del todo acabados por razón de la incertidumbre, y el inicio por consiguiente que ha cumplido con las órdenes vigentes en el ramo.
Además de las crecidas ganancias que la vía ferrada del Sarriá ofrece, con toda seguridad, la empresa del Señor Soler envuelve otro objeto más lucrativo, si cabe, cual es el de la prolongar dicha vía hasta las fértiles y pobladas comarcas del Vallés,y hasta la poblada e importante villa de Tarrasa, en cuyo caso el túnel que debería abrirse, llenaría dos objetos a cual mas interesante, un o de llevar la vía hasta el Vallés, y otro el de conducir al llano de Barcelona los abundantísimos manantiales de agua que hay a la otra parte de las montañas que reúnen unas cien plumas, siendo su valor en venta cada una de 14 a 15000 reales y la que indudablemente se encontraría en sus entrañas. Este último objeto ofrece de por si tantas ventajas como que hoy se esta organizando una Sociedad a instancias del mismo Soler, que se propone abrir el túnel con le solo fin de conducir las aguas, cuyo importe que es muy crecido en el llano de Barcelona por razón de la escasez, cubriría con usura el coste del túnel.
Aparte de todas estas ventajas materiales que ofrece la empresa del Señor Soler, si se colocase a su frente una persona de alta posición,podría contar con otras en el orden moral y político nada despreciables. Comprimida la población de Barcelona por las murallas que la ciñen, necesita un desahogo, debe precisamente estudiarse por la parte de Gracia,San Gervasio y Sarriá, como ya lo está verificando a pesar de las incomodidades propias de las comunicaciones actuales, las que desaparecerían con la vía ferrada de que se trata.
La Capital del antiguo Principado de Cataluña, que nunca, digan lo que quieran sus detractores, ha sido ingrata, tributaria un eterno homenaje de adhesión y gratitud al que le proporcionase tal beneficio.
Hay una anotación al final de este comunicado de Gluckberg a Fernando Muñoz en que se lee:"Acuerdo tomado en 3 de diciembre, entre D. Juan Soler y el D. de Gluckberg en representación del Duque de Riansares. 1º.- La concesión y sus representantes se reservará como participación industrial el 60% de las utilidades de la Empresa, cubierto al interés del 6% del dinero desembolsado. Esta reserva se hará por los medios y en la forma que se determine y acuerde entre todos los interesados al constituirse la Sociedad. 2º.- Esta participación se repartirá entre el Sr. D. Juan Soler por si y en representación de sus amigos y el Excmo. Sr. D. por partes iguales. Siendo así que la mitad de los 60% que han expresado mas arriba serán para el Sr. Duque y la otra mitad para el Sr. Don Juan Soler. 3º.- Se acordará más adelante la cuestión de las obras, modo, forma, fondo para los gastos.." La Ley autorizando lo concesión del ferrocarril Barcelona Sarriá, se produjo en el año 1856.
FIN

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