Sunday, December 03, 2006

HISTORIA DEL SAHARA OCCIDENTAL
Por Asturquín
Tras los acuerdos de la conferencia de Berlín (884-1886), se establecieron las fronteras para el territorio del Sahara Occidental, que coinciden con la antigua provincia española del Sahara. Por el Norte el paralelo 27º 40´, que lo limita con Marruecos. Por el Este, una serie de meridianos y paralelos y la curva que sensiblemente sigue la sebja de Idjil, limitando con Argelia y Mauritania.
Los primeros pobladores que habitaron sus territorios dejaron su huella en innumerable materiales líticos y pictóricos, que dan idea de su antigüedad, así podemos considerar con cierta aproximación, basándonos en estudios comparativos, que las más antiguas representaciones grabadas en las paredes rupestres de la zona de Erqueyez datan del IX milenio antes de Cristo. En aquellas están representadas escenas de caza, de rituales, así como toda clase de animales: rinocerontes, jirafas, gacelas etc.
No aparecen carros en los grabados de Erqueyez, sin embargo esto ocurre en yacimientos de la sequia el Hamra y Rio de Oro. La introducción del caballo en el Sahara en el Sahara Oriental y Central se produjo sobre 1500 antes de nuestra era, junto a los carros, la llegada al Sahara Occidental es más tardía, donde se localizan tirados por bueyes, método de transporte que se utilizó, hasta la llegada del camello en época romana.
Desde muy antiguo, las costas del África occidental tuvieron un marcado interés por parte de los habitantes de la antigua Iberia. Si embargo, no será hasta la hegemonía del poder cartaginés cuando es registrada por la historia una de las primeras expediciones hasta aquellas lejanas tierras, con el fin de fundar colonias en su litoral, aprovechando la gran riqueza del mar, a la vez de extender sus dominios para fomentar su comercio frente a la rivalidad de Roma.
La expedición estaba compuesta de 3000 hombres, embarcados en 60 naves, que salió del puerto de Cartago al mando del ilustre marino Hannón. Fue costeando todo el litoral hasta la Senegambia, explorando aquella parte del territorio que correspondería más tarde al Sahara Español, erigiendo en cabo Blanco un monumento consagrado a Neptuno.
No encontramos desde aquel entonces antecedentes expedicionarios posteriores que merezcan mención alguna, puesto que las expediciones conocidas hasta el siglo XVI, están llenas de relatos fantásticos e inverosímiles. Es en este siglo cuando se registra en la carta catalana de 1375, lugares de estos territorios con notable precisión, demostrando que los españoles visitaron aquellos lugares con bastante antelación a los portugueses.
En el siglo XIV, la conquista de las islas Canarias está íntimamente relacionada con la acción de España en el África Occidental, cuando ya bajo el reinado de Enrique III de Castilla, al final de la centuria, se organiza una expedición al mando del Señor de Almonaster, Peraza Martel que llegó a la isla de Lanzarote.
Los escritos publicados por un monje franciscano español, sirvieron de base a Juan de Bethencourt para desembarcar en las inmediaciones del cabo Bojador. Allí sostuvo luchas con los indígenas, para posteriormente volver a la isla de Lanzarote, a donde llevaron los primeros camellos procedentes del desierto.
En el año 1405 se llevó a cabo la conquista de la isla canaria de Hierro, y el 1445 la de Gomera.
En este mismo año el portugués Jao Fernández, se quedó con los indígenas en el desierto de forma voluntaria, siendo el primer europeo, que recorrió estos territorios. No obstante aunque los portugueses efectuaron algunas instalaciones en la costa africana abandonaron pronto sus proyectos sobre esta parte de África Occidental, fijando su atención en los territorios americanos.
En 1476 una pequeña flota al mando de Don Diego García de Herrera, Señor de Canarias, partió de las islas llegando a la costa occidental de África y desembarcando en lo que pudiera ser Agadir, construyendo una fortaleza a la que denominó Santa Cruz de Mar Pequeña, guarnecida por un número indeterminado de soldados.
En 1491, los Reyes Católicos nombran a Don Alonso Fernández de Lugo “El Adelantado”, Capitán General de las conquistas en la costa africana, desde cabo Güera hasta cabo Bojador.
En 1499, algunos caídes y gran número de tribus, en la alcazaba de Agaos de la ciudad de Tagaost, situada a 60 millas del mar y a 10 del río Sus, presentaron juramento de fidelidad ante el Gobernador General de Gran Canaria Don Lope Sánchez de Valenzuela, y se construyeron fortalezas en Bojador y Num, con sus correspondientes guarniciones, misión que fue encomendada a “El Adelantado”.
Mediante escritura pública otorgada, el 15 de febrero de 1499, por Amet, Capitán de la ciudad de Ufrau, por si y en nombre de su hermano Gacel-ez-Ziz, ante el escribano Gonzalo de Burgos, tuvo lugar la sumisión del importante reino de Bu-Tata, declarándose vasallos del rey de España los pobladores de 38 lugares cercados, del valle de Ufrau, y que según el escritor Jiménez Espada, era lo que constituía el territorio de Gua-Nim, situado en la orilla derecha del río Dráa, y abarcando la población de Ifni.
Esto hizo cundir los efectos deseados para los intereses españoles en el intercambio de comercio, puesto que al poco siguieron el ejemplo otras tribus que se acogieron a las mismas formalidades, destacándose los habitantes de Ifni, los de la ciudad de Tamenarte, villa principal del reino de Bu- Tata y la de los pueblos de Tariagarute, Sacabeiré y Egugúaz, situados a la orilla del río Tamenarte, e incorporándose a la Corona de España, por cesión voluntaria de su soberanía.
En 1524, la fortaleza de Santa Cruz de Mar Pequeña, es sometida a numerosos ataques por parte de los indígenas, cayendo en manos de los moros definitivamente.
Después de la toma de Granada, un moro de esta ciudad que al convertirse al cristianismo tomó el nombre de Juan de León, conocido mejor por “El Africano”, haría dos viajes a África, en los cuales describió la ciudad de Timbuctú y algunas poblaciones como Tesset, Gualalata, Guaden o Hoden en los confines de Numidia y La Libia, dando detalles de las minas de sal de Tagaza y de Aravan, en el camino de Segelmesse a Timbuctú, así como de las tribus de los Zanhagos o Zanagos y de los Delim.
Posteriormente Don Luis Mármol Carvajal, que viajó y combatió en África durante más de veinte años, publicó la relación de sus exploraciones, ampliando los datos, que su compañero Juan de León había recogido, citando la región de Addahasa, habitada por los Uled Huseim y los Beni Merinis, que indudablemente ha de ser lo que se conoce con el nombre de Adrar.
Entre 1590 y 1591, los españoles tuvieron una participación gloriosa en la expedición y conquista de Timbuctú, llevada a cabo por el sultán de Marruecos Muley Hamete, que con un ejército de 8000 hombres, en su mayoría andaluces del reino de Granada, derrotó en las inmediaciones de Gago, a la izquierda de Timbuctú, a las fuerzas del rey negro, que sumaban 80.000 hombres, entre los que se encontraban 8000 jinetes, conquistando el Adrar, donde quedaron muchos expedicionarios, que fueron designados posteriormente con el nombre de ramás o tiradores.
A partir de estos años, y durante los siglos XVII, XVIII y XIX, en que estos dominios pasaban con tanta rapidez de unas manos a otras, los pescadores canarios seguían ejerciendo su industria en aquellas aguas, especialmente en las que bañan la costa desde cabo Bojador a cabo Blanco, la Bahía de Río de Oro y la del Gago, sin que nadie les pusiera el menor obstáculo ni les impidiera el desembarco, cuando las operaciones de sus artes lo hacía necesario, o cuando a ello les obligaba los temibles temporales, que tan frecuentemente se desencadenan por aquel litoral.
Durante estos años, los canarios efectuaban frecuentes razzias, a las regiones del África Occidental, que les proporcionaban esclavos y ganado.
En 1767, se lleva a cabo la firma del Tratado de Paz y de Comercio Hispano-Marroquí, entre el rey Carlos III y el sultán Muley Mohamed; en 1799 el de Comercio Navegación y Pesca, en la ciudad de Mequinez, entre el rey Carlos IV y Muley Solimán, y en 1860 en Tetuán el de Amistad y de Paz, entre la reina Isabel II y Sidi Mohamed, sultán de Marruecos, por lo que se reconoce a España el derecho a establecer una factoría de pesca en la costa del océano, junto a Santa Cruz de Mar Pequeña. Se identificaría, después de largas conversaciones el emplazamiento de Santa Cruz de Mar Pequeña con el de Ifni. Finalmente, en 1881, los jefes indígenas hacen cesión a España de la península de Río de Oro.
Merced a las activas gestiones, llevadas a cabo por el ilustre presidente de la Sociedad de Africanistas, Don Francisco Coello, en 1884, el gobierno presidido por el Señor Cánovas del Castillo, comisionó al teniente de infantería don Emilio Bonelli, para que tomara posesión, a lo largo del mes de noviembre y en nombre de España, de las comarcas comprendidas entre los cabos Blanco y Bojador, logrando dicho oficial en poco tiempo captarse las simpatías de los naturales, desvanecer el odio que las reyertas con los pescadores canarios habían desarrollado entre las tribus, y que los jefes principales de ellas, hicieran protestas de amistad a España, firmando actas de adhesión, y mostrarse propicios a secundar las ideas expuestas por Bonelli, estableciendo una corriente mercantil entre los indígenas del interior, y la naciente factoría de Río de Oro, fundada por la Compañía Mercantíl Hispan-Africana, con domicilio en Sevilla.
Por Real Orden de 26 de Diciembre de 1884, se declaran aquellos territorios bajo el protectorado español, los comprendidos entre cabo Blanco y Bojador; que con personal de carácter civil, se establecieron tres casetas: una en la Península de Rio de Oro, otra en Angra de Cintra y una mas en Cabo Blanco, donde quedó ondeando el Pabellón Español. En el mes de Marzo del año siguiente Bonelli embarcó con rumbo a la Península.
Al año siguiente, después de abandonar muy pronto los puestos ocupados de Angra de Cintra y Cabo Blanco, solo quedó como ocupación la factoría de Rio de Oro, cuyo emplazamiento se denominaría de aquí en adelante Villa Cisneros. A los pocos días de su marcha, en el mismo mes de Marzo, se presentaron frente a la factoría varios grupos de moros, que fueron en aumento poco a poco, hasta llegar a lograr un núcleo bastante considerable. Comenzaron con mostrarse insolentes y provocativos durante las transacciones, que hizo sospechar a los empleados de la Compañía de sus malas intenciones, por lo que con lisonjeras promesas, trataron de ganar tiempo para efectuar con seguridad la retirada.
Pero, de repente, los moros se lanzaron sobre los dependientes de la Villa Cisneros, que estaban desarmados, dando muerte al tenedor de libros Don Serafín Ferlín y al auxiliar Don Pedro Sánchez, hiriendo mortalmente al cocinero, a un peón, a dos marinos de “La Ceres”, y de gravedad al intérprete y a otro empleado. Aquellos que pudieron salvarse buscaron refugio en el edificio en construcción, pero ante la amenaza de ser asesinados si no se rendían, hubieron de entregarse. Fueron cogidos prisioneros y maniatados por los moros, que se dedicaron al saqueo, a la destrucción de la factoría y de las obras que se habían planteado.
Aquella noche fue triste para los españoles retenidos, con la incertidumbre de cual habría de ser su suerte; al día siguiente recobrarían la libertad, y cuando los moros terminaron de saquear la factoría y el pontón “Inés”, les obligaron a embarcar. Lo que había quedado fue incendiado por los insurrectos, que abandonaron el lugar adentrándose hacia el interior; los supervivientes desembarcaron entonces para dar cristiana sepultura a sus compañeros y volvieron a embarcar en el pailebote “Pino”, que los condujo a Canarias, abandonando de esta forma el continente.
Estos hechos produjeron en España un movimiento general de indignacíón, traducido en una enérgica nota de nuestro gobierno al sultán de Marruecos; éste se lamentó de lo sucedido, contestando a la nota diciendo que su autoridad no se extendía hasta las tribus nómadas del Sahara, y que en su virtud, no podía castigar el asesinato de los desgraciados españoles, que con su sangre sellaron la posesión de aquellos territorios.
Para evitar la repetición de aquellos atropellos y garantizar la seguridad de los que allí fueran, protegiendo al mismo tiempo la continuidad de las obras de la nueva factoría, que por su cuenta iba a ejecutar la Compañía Mercantil Hispano-Africana, dispuso el Gobierno por Real Orden de 26 de Mayo de 1885, que se estableciera en la península de Rio de Oro un destacamento de 25 hombres, que debía de salir de Canarias sin perdida de tiempo, acompañado de un oficial de Estado Mayor, que sería el designado para establecer el emplazamiento de la nueva colonia. Esta disposición fue inmediatamente cumplimentada, saliendo del puerto de las Palmas, el día 8 de Junio y embarcados en el vapor “Río de Oro”, perteneciente a la mencionada compañía mercantil, el capitán de Estado Mayor Don José Chacón, acompañado del alférez alumno del mismo Cuerpo Don Javier Manzano y del Teniente de Artillería de plaza Don Estanislao Brotóns, como Jefe del Destacamento compuesto además por un sargento, tres cabos, un corneta y 20 artilleros, con material de campamento y víveres y aguada para un mes.
Una vez reconocido el terreno se estableció el campamento, se trazó la planta de la factoría y se izó de nuevo nuestra Bandera con los honores de ordenanza, comenzando de inmediato los trabajos de edificación. Esta identificada guarnición, va a constituirse históricamente en el primer antecedente de orden militar de las futuras Unidades, que se irán estableciendo en los años sucesivos, entre ella la Agrupación de Tropas Nómadas.
El tratado de Iyil, firmado en 1886, decía:
“ Primero. En el territorio de Iyil (Sahara Occidental), 5 kilómetros al SE, del pozo llamado Auig, á los 22º 28´de latitud N., 9º 9´ 15” de longitud O, del meridiano de Madrid, y á los doce días del mes de Julio del año 1886 (10 de Schanel del año 1303 de la Hégira), la Sociedad Española de Geografía Comercial, y en su nombre Don Julio Cervera y Baviera, capitán de Ingenieros; D. Francisco Quiroga y Rodriguez, doctor en ciencias, profesor de la Universidad de Madrid, y Don Felipe Rizzo Y Ramirez, consul de primera clase y profesor de idiomas y en particular de árabe, y los tres en comisión enviada por dicha sociedad, para llevar a cabo viajes de exploración y estudio por el interior del Sahara Occidental, y debidamente autorizados por el Gobierno español, declaran lo siguiente:
Uled-Efriit, xeij de er-Rguibet; Uled Sidi Mohammed el Laxanna el Souri, xeij de Mechd-zuf; xerif Sidi-Mohammed; el Emir-ueld Mohammed, antiguo propietario de las alinas de Iyil y xeij de la tribu de Sidi-Mohammed; el Hafazd, xeij de Uled-el-Fligui; Ahmeyyen, xeij de Uled-Udeica; Mohammed Abid-Al-lah, xeij de Uled-Bu-Amar; Sidi Beba, xeij de Uled-Tegueddi, los cuatro últimos representantes de las cuatro ramas de Uled-Delim. Todos manifiestan su conformidad con la presente acta, y nombraron su representante, para firmarla, al Hach Abd-el-Kader l’Aj-dar. Y para que conste, lo firmamos con dicho señor en Iyil, á los doce días del mes de Julio de 1886,- El capitán de Ingenieros, Julio CTodos los territorios comprendidos entre la costa de las posesiones españolas del Atlántico, desde cabo Bojador a cabo Blanco, y el límite occidental del Adrar, pertenecen a España, desde el día de la fecha. Entre los expresados territorios se cuentan: el Auig, la Sebja de Iyil, el Tiris occidental, Auseot, Negyir, Es-Ragg, Rsaibet-el-Aidhzam, Tenuaca, Adrar Suttuf, Guerguer y demás ocupados por las familias de los Uled-bu-Sbá, los Mechdzuf, Ehel-Sidi-Mohammed-er-Rguibet, las cuatro ramas de Uled-Delim, ó sean Uled-Ffligui, Uled-Tegueddi, los Arusiyin, Itsidrarin, Beric Al-lah y otras menos importantes. En el acto de la toma de posesión enarbolan el estandarte nacional y extienden la presente acta á presencia de numerosos árabes, representantes de las tribus citadas, entre las cuales se encuentran los siguientes jefes: El xeij de Uled-bu-Sbá Sidi-Lafzdal; xerif Sidi Beschir-ben-es-Sey-yid-Sbai; xerif Abd-el-Uedud; xerif Abd-el-Asis ben Abd-el-Koddus; xerif Mohammed-ben-el Mujitir;ervera.- Francisco Quiroga.- Felipe RIzzo.- Firma en árabe de Abd-el-Kader l’Aj-dar.- Hay un sello en tinta azul que dice: Sociedad Española de Geografía Comercial.
Segundo. En el territorio de Iyil frontera del Adrar-et-Tmarr, y á los doce días del mes de Julio del año 1886 (10 de Schanel del año 1303 de la Hégira), la Sociedad Española de Geografía Comercial, y en su nombre Don Julio Cervera y Baviera, capitán de Ingenieros; Don Francisco Quiroga y Rodríguez, doctor en ciencias, profesor de la Universidad de Madrid, y Don Felipe Rizzo Y Ramírez, cónsul de primera clase y profesor de idiomas y en particular de árabe, y los tres en Comisión enviada por dicha Sociedad, para llevar a cabo viajes de exploración y estudio por el interior del Sahara Occidental, y debidamente autorizados por el Gobierno español, declaran lo siguiente:
Ahmed-ben-Mohammed-ueld-et-Aidda, xeij del Adrar-et-Tmarr, jefe de la poderosa tribu de Yehya-u-Azmen, acompañado de los magnates é individuos principales de su corte: el xerif Yeddu, de los hijos de Sidi- Yehya; Az-men-ueld-Mohammed-ben-Kaimisch, Eschij-ueld-Eynen, schinguiti; Sidi-Ibrahim-ueld-Megguid; Sidi Ahmed-ueld-ed-De y Sidi Abiyyid-ben-Fermin, reconoce la soberanía de España sobre todo el territorio del Adrar-et-Tmarr, y se somete con su tribu bajo la protección del Gobierno español. Los límites del citado territorio, reconocidos por los árabes del Sahara Occidental, se extienden desde Pozos Tudin, al norte de Uadan, hasta A-Ksar, al sur de Uyeft, y desde Iyil y Pozos Güimit, por occidente, hasta Tixit, por el oriente. En prueba de sumisión y vasallaje, el xeij Ahmed-ben-Mohammed-ueld-et-Aidda entrega su caballo y su fusil al jefe de la Comisión española, y solicita del Gobierno el uso de un sello especial, para autorizar los documentos y correspondencia oficial, que en lo sucesivo ha de mantener con las autoridades de España. Y para que conste , lo firma con nosotros, como representante de Ahmed-ben-Mohammed-ueld-et-Aidda, que no sabe firmar, el xerij Yeddu, de los hijos de Sidi-Yehya, en Iyil á 12 de Julio de 1886 (10 Schanel de 1303).- El capitán de Ingenieros, Julio Cervera.- Francisco Quiroga.- Felipe Rizzo.- Yeddu-ueld-Sidi-Yehya, guárdele Dios.- Hay un sello en tinta azul que dice: Sociedad Española de Geografía Comercial “.
Los moros, en 1887, estaban envalentonados por su éxito anterior, por lo que trataron de volver a las andadas. Un gran número de moros rodeó el destacamento y la colonia, abriendo fuego sobre los españoles. No se esperaban los certeros disparos de cañón, que dispararon desde el interior de la posición, obligando a los indígenas a dispersarse y abandonar el campo, sembrando entre los integrantes de las tribus la muerte y el espanto.
Al día siguiente, 25 de Marzo, se presentaron ante la autoridad del destacamento haciendo protestas de sumisión y amistad, pero que a la postre intentaron faltar en varias ocasiones, no pudiendo llevar a cabo sus propósitos por las precauciones adoptadas por los españoles y la presencia continuada del destacamento militar.
Un nuevo desembarco se efectuó con otra expedición, a cuya frente iría otra vez el Teniente don Emilio Bonelli, nombrado Comisario Regio de nuestras posesiones en el Sahara, y encargado de la factoría, que con perfecto conocimiento del idioma árabe, del carácter, de las costumbres y de la religión de los indígenas, logró restablecer las corrientes de amistad y de buena armonía entre los moros y la colonia europea. Protegiendo a la misma, iría un destacamento de veinte hombres.
Situada la Villa Cisneros a unos 200 metros de la costa, en una ligera depresión del terreno, la colonia era un recinto de planta rectangular, de 60 y 40 metros de dimensiones laterales, cercado por un muro de mampostería, sin foso, cuyos lados mayores seguían la dirección este a oeste. La casa - fuerte, en donde tenía su acuartelamiento la tropa de infantería de marina destacada por aquel entonces, era un edificio de dos pisos, situado en el ángulo NO., del recinto, con muros con aspilleras, de 7 metros de altura. La comunicación con el exterior se efectuaba por medio de una escalera levadiza, protegida por los fuegos del campo por un espaldón construido sobre el muro de cerramiento. Las ventanas del edificio estaban aspilleradas, y en la terraza había un compartimento para una guardia de tiradores, que podían batir gran extensión, asegurando la puntería merced a las señales establecidas en el terreno, de cien en cien metros.
En el vértice diametralmente opuesto, se levantaba la casa - oficina, también rectangular, de 19 metros de longitud por 9 metros de anchura, flanqueada por cuatro torreones aspillerados. Todo el recinto comunicaba con el exterior por una puerta de tres metros de anchura, abierta en el lado norte y al lado del fuerte; para el paso de las personas había un postigo, y para la vigilancia del centinela, un ventanillo con reja y tabla de cierre a corredera.
En el ángulo SW, había un pequeño polvorín de mampostería y en el NE, se hallaba instalada una pieza de artillería de 8 centímetros, dispuesta para tirar a barbeta y batir el terreno de las inmediaciones en dirección de la costa, así como toda la longitud de la península hacia el N. A unos 200 metros del recinto estaba la casa de contratación, en la que los moros celebraban sus conferencias con los europeos de las colonia, y efectuaban los cambios de sus productos por los géneros que les proporcionaba la factoría. En ella solían algunas veces pernoctar, previa autorización y entrega de las armas, que recogían cuando habían de regresar al desierto. El muelle estaba formado por dos muros paralelos rellenos de piedra, valía poco y tenía el grave inconveniente que estaba desenfilado de los fuegos del fuerte.
En el año 1903, el capitán Don Francisco Bens Arganzola, es nombrado Gobernador político militar de las posesiones, y durante su mandato, hasta noviembre de 1925, aparte de las incursiones de carácter diverso se lleva a cabo: En junio de 1916, la ocupación de Cabo Juby y en 1920, la ocupación de La Agüera.
Se establecieron puestos costeros en Cabo Juby, Villa Cisneros y La Güera. El fuerte de Tarfaia y una serie de fortines al norte de éste último, en la Península de Rio de Oro, y puesto de la Güera. Estaban protegidos por guarniciones militares compuestas por hombres pertenecientes a la Unidad Disciplinaria (Compañía Disciplinaria).
En 1926, se creaon las Tropas de Policía compuesta por una “Mia a Pie” y otra montada “Mia de Camello”, con el objeto de llevar control en nuestra zona fronteriza con el Protectorado francés, ya que Francia exigía que se sometiese a las partidas armadas que al calor de nuestra pasividad se formaban en nuestra zona de influencia.
En el año 1928, por R. O. de 27 de Julio, se crea la Mia de Cabo Jubi, y por la de 10 de Octubre, se lleva a cabo la reorganización de las Fuerzas Nómadas. En 1934, en el mes de Abril, se lleva a cabo la ocupación de Ifni.
La establecida “Escuadrilla de Aviación” de aparatos Junkers, en Cabo Juby, en íntimo contacto con la Mia a Camello, aprovechando la generosidad de los indígenas que abren para los españoles las puertas del desierto, efectuaban diversos recorridos por el interior, poniéndose en contacto con diversas tribus.
En 1937 tiene lugar la Creación de una Agrupación Nómada en Rio de Oro, con efectivos extraidos de la “Mia de Camello”, para posteriormente con ambas Unidades llevar a cabo la formación de los Grupos Nómadas, dotados de los elementos indispensables como automóviles, radios etc., y que en unión de la escuadrilla de Aviación dan comienzo a una intensa labor.
En el año 1940, se efectúa la reorganización en cuatro Grupos Nómadas: Dos Grupos Nómadas en Dráa. En Tantan, al mando del comandante Don Rufino Pérez Barrueco. Un Grupo Nómada de Sequia El Hamra en Smara al mando del Capitán Don Enrique Alonso Allustaute. Un Grupo Nómada de La Gándara al mando del capitán Don Jorge Núñez Rodríguez. En el transcurso del año 1946 se suprime uno de los Grupos de Dráa. En Ifni se encuentra un Grupo de Policía, que era independiente de los del Sahara, y disponiéndose en 1954, que cada Grupo fuese mandado por un comandante. Se crea la Inspección de Grupos cuyo mando recae en el teniente coronel Don Rufino Pérez Barrueco.
Posteriormente se crea el Cuerpo de Fuerzas de Policía dependientes de la Presidencia de Gobierno, constituyéndose: una Plana mayor. un Grupo Nómada, nº I en Ifni. Tres Grupos Nómadas en Sahara: nº II en Dráa. Nº III Sequia el Hamra. Nº IV La Gándara.
En el año 1956, por Decreto de 13 de Enero, se aprueba el Reglamento del Cuerpo. En B.O.E. nº 242, Agosto, es destinado el teniente coronel Mulero. Aprobándose en 1957, por Decreto de 7 de Enero (BOE. nº 15), el Reglamento del Régimen Interior del Cuerpo.
En el año 1958, con fecha 15 de Enero, tiene lugar la separación de las dos provincias de Sahara e Ifni. Con fecha 10 de Abril, se entrega la Zona Sur del Protectorado, acordándose posteriormente la disolución del Grupo Nómada del Dráa II. El 21 de Octubre, se hace cargo del mando del Cuerpo de Fuerzas de Policía el teniente coronel Pérez Barrueco, para el que fue destinado en el B.O.E. nº 271 de dicho año.
En el año 1959, y con fecha de 22 de Junio, (B.OE. nº 148), es nombrado Secretario General de la provincia del Sahara Español el teniente coronel Pérez Berrueco. Por la Instrucción 159-113 de 25 de Septiembre, se lleva a cabo la reorganización definitiva de las Fuerzas Nómadas, dando lugar a la constitución de la Agrupación de Tropas Nómadas del Sahara. El mando de esta Agrupación recae en el teniente coronel Don Enrique Alonso destinado por O. C. De 28 de Diciembre (D.O. nº 293).
El año 1975, es el año de la desaparición de las Tropas Nómadas como Unidad física. Por la Instrucción General OC/JC nº 75/221 (anexo nº 1) de fecha 10 de Diciembre, se estableció la supresión de la Agrupación de Tropas Nómadas del Sahara.
Por último España a finales de este año de 1975 abandona definitivamente estos territorios.

FIN

Bibliografía consultada
D´ALMONTE, Enrique: Ensayo de una breve descripción del Sahara Español. B/N. Madrid.
BONELLI, Emilio: El Sahara
ITEM: --Nuevos territorios españoles de la costa del Sahara: conferencia dada en la sociedad geográfica el 7 de Abril de 1885.
ITEM: Viajes al interior del Sahara.
DOS OFICIALES, del Ejército- Posesiones españolas del Africa occidental. 1900. B/N. Madrid.

3 comments:

Anonymous said...

Buen artículo, pero después de 1975 ¿qué?. Tengo entendido que el Frente Polisario abrió una guerrilla por la independencia del Sahara Occidental de 1975 a 1991, momento en que la ONU decretó un alto el fuego, y desde entonces es un problema sin resolver.
Un saludo.

Anonymous said...

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