TRÁFICO DE ESCLAVOS
Asturquín
A pesar de que el tráfico de esclavos ya estaba abolido en 1844, su práctica clandestina se mantuvo durante mucho tiempo. España, debido a la necesidad de mano laboral en las plantaciones azucareras en las Antillas, especialmente en Cuba, “se vio obligada” a continuar con estas prácticas fraudulentas.
Para ello se necesitaba invertir cantidades de dinero, que solamente estaba en manos de unos pocos, entre ellos el Duque de Riánsares. Posiblemente, su entrada en estos negocios se debiera a dos aspectos: por un lado el lucrativo negocio, por otro, una imperiosa necesidad de contribuir a salvar los intereses económicos, tanto de la metrópoli, como los de aquella provincia de ultramar.
El 17 de diciembre de 1840, poco después de producirse el ataque a Gallinas, situada entre Sierra Leona, Liberia, y Corisco, por parte de Gran Bretaña, donde las factorías españolas regentadas por negreros, como Pedro Blanco, abastecían de mano de obra a los ingenios azucareros cubanos, propuso a España la firma de nuevos tratados abolicionistas, que suponía el poner en libertad a todos los esclavos llevados a Cuba a partir de 1820.
Tales acuerdos bilaterales, traería consigo una caída en picado tanto de la economía de la isla, como la de la metrópoli, algo así como la perdida de un sobrante de 90.000.000 de reales, que recibía, y unos 200.000.000 derivados del comercio con la Isla. Además, desaparecería su principal mercado de harina, vinos y aceites; del mismo modo, los tejidos de algodón de lino etc.
Consecuencia de todo ello la marina mercante, se vería en una situación penosa. En 1843, Gran Bretaña tuvo apetencias respecto a la isla de Fernando Poo, he incluso pretendía comprar, negándose a ello España, motivo por lo que ésta temiendo su ocupación envió una expedición al mando de Lerena, para investigar que estaba ocurriendo en aquella zona del golfo de Guinea. Una de las misiones encomendadas por el Gobierno fue la de recabar datos sobre la forma en que los ingleses gestionaban el transporte de emancipados, es decir esclavos negros que adquirieron la libertad después de la abolición, desde Sierra Leona hasta Jamaica, pues parece ser que la represión al tráfico de negros, de que tanto alardeaban los ingleses se había convertido, de forma soterrada en aquel establecimiento de Sierra Leona, en un mercado.
Los negros eran sus víctimas propiciatorias, que una vez llegados al lugar eran obligados a tomar un fusil para completar las filas del ejército colonial y a pasar a Jamaica, o cualquiera otra de sus colonias de ultramar, bajo la apariencia de jornaleros contratados por unos años, aunque la realidad era muy diferente, es decir, condenados a tener una vida que no es difícil de imaginar a juzgar por las escenas negativas, entre llantos, gemidos e imprecaciones de hombres mujeres y niños, que se producían al subir en los buques cuando sus “liberadores” les habían de transportar a las colonias.
Esta trampa de ley fue puesta en práctica inmediatamente por los negreros españoles. Así pues ante lo inevitable que suponía la abolición de la esclavitud, no había otra alternativa que practicar la misma política fraudulenta e hipócrita que llevaba a cabo Gran Bretaña.
Una forma de proceder será la adquisición de mano de obra del continente, para una vez nacionalizada en Fernando Poo, deportar posteriormente a las Antillas como fuerza de trabajo contratada. Ïnterin, las factorías de Gallinas, se habían vuelto a abrir a partir de 1846, en manos de los mismos negreros que volvían a abastecer al mismo mercado cubano.
Fue en 1844, cuando el Duque de Riánsares funda en Cuba, "Agustín Sánchez y Cía", constituyéndose el 14 de septiembre, junto a su socio en la Habana, Antonio Parejo. La empresa permaneció abierta, durante aproximadamente cinco años, desapareciendo en diciembre de 1848. La Cía se había constituido como tapadera para ocultar su verdadera actividad que era la de trata de esclavos.
Para ello la empresa llevaba a cabo una serie de actividades relacionadas con obras públicas como era la instalación de gas en la Habana, participaciones en la empresa que llevaba a cabo actividades en el tendido del ferrocarril de Trinidad a Casilda, en la Compañía del acueducto de Trinidad, o en la construcción de almacenes en el puerto de la Habana, donde el Duque de Riánsares aportaba capitales, mientras Parejo aparecía como socio industrial, es decir el administrador y gestor.
Al mismo tiempo, las relaciones de ambos socios se ampliaron con otras empresa de Santiago de Cuba, con ramificaciones en Londres y Madrid. Para llevar a cabo estas actividades negreras, la Compañía hasta el año 1847 utilizó un barco de vapor El Guadalquivir, que desplazaba 900 Tm. perfectamente acondicionado para viajes transoceánicos; posteriormente, los grandes beneficios obligaron a expansionar la sociedad y adquirir, en 1848, dos nuevos buques, El Cetro, de 750 Tm., y El Tridente de 587 Tm., cuyas características eran parecidas al primero, y ambos, habían salido de los astilleros londinenses de Blackwall con un costo total de 2.500.000 reales.
Su compra se gestionó a través de la compañía inglesa "Zulueta y Cía". Isabel II, ayudó económicamente al Duque, con motivo de un convenio al que llegaron Pedro Juan de Zulueta y Riánsares, sobre intereses de éste último en Ultramar.
El Tridente fue el primer buque de vapor que llegó a Puerto Rico al mando de Don Pedro José de Sarbilla, el martes 19 de septiembre de 1848, consignado a la empresa, “I.Guarch y Cía”. En la ímagen "El Pizarro", gemelo de "El Tridente".l
Hay que tener en cuenta, que la isla de Fernando Poo se convertiría en la base preferida del comercio negrero de la casa Zulueta de la Habana. Todo negrero tenía su capitán, el de Julián Zulueta fue Eugenio Viñes. Así se convirtió en socio del mayor negrero de su tiempo, a su vez socio circunstancial de Parejo y el Duque de Riánsares, bien relacionado con los principales traficantes de esclavos de África y con la casa familiar de Zulueta y Cía.
La sociedad "Agustín Sánchez y Cía" a pesar de los beneficios que reportaba, se ve obligada a cerrar. El hecho de que el Duque de Riánsares estuviera involucrado en negocios de tráfico de esclavos no era muy bien visto por el Gobierno de Gran Bretaña, máxime cuando se sabía que estaba asociado con reconocidos negreros, como eran el clan de los Zulueta cuya cabeza, Pedro Juan, había sido ya juzgado por los tribunales británicos en 1843, precisamente por las conexiones, que tenía con los negreros. En las imagenes partidas de bautismo de ambos.
También fue causa de disolución, las diferencias surgidas entre el Duque y su socio Parejo, de quien desconfiaba a causa de la independencia con que llevaba los negocios, y de ahí le exigiese, que para la liquidación de la Compañía respondiese con los bienes de su mujer, Susana. A partir de 1850, Parejo fue tan solo para el Duque un agente coyuntural en sus relaciones comerciales, compartiendo estas gestiones con Claudio Martínez de Pinillos, tercer conde de Villanueva y otros comerciantes de la Habana. Parejo también mantenía contactos con otros negreros, como era por ejemplo Manuel Pastor, Conde de Bagaes, los cuales veían con recelo las importantes influencias que tenía el Duque de Riánsares.
En 1848, se disuelve "Agustín Sánchez y Cía", y a partir de 1850, la trata de esclavos es abandonada casi por completo por el Duque de Riánsares, dedicándose a velar por sus intereses de los capitales invertidos por el matrimonio real, en la empresa "La Gran Azucarera", en Cuba, donde parece ser, que tenían un buen paquete de acciones; a partir de 1862, los intereses de Duque de Riánsares en Cuba fueron en progresiva disminución.
Como contrapunto en esta historia hay un segundo capítulo, ya que revisando la correspondencia del matrimonio Muñoz, encontré cierta documentación que por su valor humano llamó mi atención. Y es que de común acuerdo y seguramente con la iniciativa de María Cristina, decidieron apadrinar a dos negritos de color “de los que acostumbran llevarse a la venta a la isla de Cuba”, corría entonces el año de 1838, cuando aún no estaba en los planes de Riánsares invertir en estos negocios.
Fue el Gobernador de Matanzas, Antonio Buitrago el encargado de escoger a los dos niños, que llegaron a Madrid el 16 de Junio de 1839. Fue encargado de su educación el capellán 2º de la parroquia de S. Antonio de la Florida, D. José Fulleda, hasta que en 1841, María Cristina dispuso que se incorporaran al palacio de la Malmaisón, al mismo tiempo que fueron bautizados, bautizo que se verificó en la iglesia de Roule de París, a cargo de D. Marcos Aniano González, a la sazón Dean de la Habana.
El que tenía mayor edad, de trece a catorce años, nacido en Coriagorama, un lugar de la actual provincia de Gitega, Buga, en Burundi (África), se llamaría Cristino Agustín, José, Antonio, Gaspar, Melchor y Baltasar Buga. El menor, nacido en nacido Gualecongea, del poblado de Dobo en lo que actualmente es Gambia (África), de entre doce y trece años, tomaría los nombres de Fernando, María, Agustín, José Antonio, Gaspar, Melchor y Baltasar Dobo.
La carta en la que se aprecia que la reina María Cristina se interesaba por los dos negritos, merece el interés suficiente como para trascribirla literalmente:
"Habiendo manifestado deseos S.M. de mandar educar dos niños de color de los que acostumbran llevarse a la venta a la Isla de Cuba se hizo encargo de su orden a D. Antonio Buitrago, Gobernador de Matanzas a la sazón (1838) y los envio, llegando a Madrid en 16 de Junio de 1839.
Se hallaban entonces casi en el estado de salvages; pero aun alegres, divertiendoles mucho el ruido de los tambores, sin sorprenderles las cosas que veian en las Reales habitaciones; observandose desde luego que adquirían cierto aire libre en sus maneras como el de los niños blancos.
El Gobernador los habia enviado bajo los nombres de Cristino y Fernando y estos conservaron: el Cristino era mas bajo de cuerpo, mas grueso, color menos aterado, de constitucion robusta, cara ordinaria, facciones pronunciadas como los de su especie y mui reservado: se le advirtio en brebe algun defecto en la vista como de nubes, porque no abria bien los ojos ni mirar derechamente acia el sol ni a la luz artificial; su edad como de once años.
El Fernando mas alto y menos grueso era gris, robusto, buena figura, rostro agradable, ojos hermosos, color aterado fino, mui franco en sus juegos aunque al parecer con menos entendimiento, y su edad seria como de diez años; tambien se observó que padecia de hemorragia pero disfruta de salud. Ignoraban la lengua española y aun parecia que tampoco entendian bien el dialecto que hablaban entre si.
En este estado los recibio D. Jose Fullera capellan 2º Teniente de S. Antonio de la Florida en Madrid para instruirlos en la religion cristiana y dirigir su educacion, que adelantó bastante hasta agosto de 1841, que mando S,M: incorporarlos en su casa y dispuso se bautizaran, como se verificó en 18 de septiembre de dicho año en la iglesia de San Felipe de Roule de Paris por el señor D. Marcos Aniano Gonzalez Dean de la Habana y confesor de S.M. por comision especial del Sr. Arzobispo y fue Madrina S.M. y en su nombre la Srª marquesa de Casa Gaviria y Padrino el Marques del mismo titulo.
Segun consta de las fees de Bautismo adjuntas se les puso por nombre al mayor en edad Cristino [..] y al mas joven Fernando [..]
Los apellidos de Buga y Dobo que se sitan son los nombres por los que se les llamaba en su tierra, segun ellos han dicho, y lo mismo el pueblo del Fernando. París 28 de Septiembre 1841."
FIN
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES:
MATILLA TASCÓN Antonio. La Real Herencia del Duque de Riánsares. M 1982 Pf (Hidalguía). 032-C-498. Biblioteca Facultad Geografía e Historia. Universidad Complutense. Madrid.
BAHAMONDE ÁNGEL y G. CAYUELA José. Entre la Habana, París y Madrid, intereses antillanos y trasvase de capitales de M. Cristina de Borbón y el Duque de Riánsares 1835-1873. Estudios de Historia Social. 500 Aniversario. España y Cuba en el siglo XIX. Sig. P.P. 173. Biblioteca Facultad Geografía e Historia. Universidad Complutense. Madrid.
EL MUNDO. Artículo. Febrero 1931.
GARCÍA CANTOS Dolores. Fernando Poo: Una aventura colonial española en el África Occidental (1778-1900). Universidad de Valencia. 2004.
ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL: Diversos-Titulos-Familias, Leg. 50.Exp.2.
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