ALGUNOS APUNTES DE DONOSO CORTÉS Y EL DUQUE DE RIÁNSARES
En
su primer acto relevante, Donoso Cortés, cuando tan solo tenía 24
años de edad, se dirigía a Fernando VII, con fecha 13 de octubre de
1833, al poco de ser restablecida la Pragmática Sanción, con el
manifiesto que titulaba “Memoria sobre la
situación política de la Monarquía”, reflejando
con absoluta nitidez sus ideas políticas, al
aludir estar fuera de los planteamientos carlistas, como de los
principios de la Revolución Francesa.
En
sus “Consideraciones”, Donoso
refleja su pensamiento sobre la Constitución de Cádiz, adoptando
una actitud independiente, frente a los que la consideran como la ley
de referencia perfecta no susceptible a ningún cambio y los que la
rechazan de plano. Según él, las constituciones pueden y deben
cambiar según el curso de los acontecimientos sociales del momento.
Por ello a la vuelta del rey, justifica que hubo de tomar el poder a
tenor de conseguir la unidad y cohesión de un pueblo, que estimulado
por el afán de libertad había relajado sus principios. Sin embargo,
para Donoso, ni el Rey ni el pueblo supieron ceder de forma razonable
y el restablecimiento de La Constitución de Cádiz en 1820 fue un
anacronismo moral.
De
ahí que según Gabino Tejado le considerara como el primer
moderado, al formular el primer programa
completo ecléctico político. En la lucha entre el absolutismo y
democracia, entre el gobierno por la gracia de Dios y la soberanía
popular, adopta una posición intermedia que caracterizará a los
liberales de su tiempo.
Donoso había
nacido en el Valle de La Serena, el 6 de mayo de
1809, por lo tanto contemporáneo de Fernando Muñoz, que había
nacido un año antes en Tarancón, en 1808. En
1834 ya se debían de conocer, uno por haberse casado secretamente
con María Cristina y residir por tanto en la Corte y el otro por
estar muy vinculado a la misma, no hay que olvidar que el 8 de marzo
de 1834 fue nombrado “Secretario con ejercicio de decretos en el
Ministerio de Gracia y Justicia”.
Tampoco que
Fernando Muñoz, cuando se encontraba en el
Regimiento de Guardias de Corps, fue acusado por sus ideas en favor
del pretendiente Don Carlos María Isidro, en vida de su hermano el
rey Frenando VII, y aunque no fue depurado gracias a la intervención
en su favor de alguno de sus compañeros, en estos momentos sus ideas
eran diametralmente opuestas a las de Donoso
Cortés.
Cuando con
fecha de 22 de marzo de 1836 se reúnen las Cortes, aparecen en
ellas por primera vez en la Historia la fracción de los moderados,
como un grupo compacto de la oposición. Estaba en cuestión la
reforma de la Constitución, el gobierno de Isturiz, cayendo al poco
y convocándose nuevas elecciones. En las Cortes que se convocaron y
que no pudieron reunirse, por estos motivos, Donoso fue elegido
diputado por Badajoz.
En Málaga se inicia un
movimiento de rebeldía en toda España, que culmina con el motín de
La Granja, obligando a la Reina a firmar el restablecimiento de la
Constitución de 1812.
Por Real Orden
de 8 de mayo de 1836 es nombrado por el gobierno Mendizábal,
Secretario del Gabinete y de la Presidencia del Consejo, quizás por
la necesidad de concentrar el máximo de fuerzas, a causa de las
dificultades por las que atravesaba el Ministerio.
Los siguientes
años de la Historia de España se van a caracterizar por las crisis
de Gobiernos y la lucha encarnizada de moderados
y progresistas, por la implantación de la Constitución de 1837, la
finalización de la guerra civil y el creciente influjo político del
general Espartero, y culminarán cuando el 12 de
octubre María Cristina hubo de renunciar a la Regencia,
embarcando para Francia.
Donoso se había
caracterizado ya como liberal moderado, es decir conservador,
desempeñando un importante papel en el círculo de la proscrita ex
regente.
Durante
estos años Donoso escribe en “El Porvenir”,
diario conservador del que era Director, como co-fundador Bravo
Murillo y colaborador Zorrilla. En
“El Correo Nacional” un periódico
monárquico constitucional, con importante colaboradores como
Abenamar, Bravo
Murillo, Campoamor, Tassara y Pacheco. “El
Piloto” donde fueron redactores Alcalá
Galiano y Donoso, a su vez fundadores. En la “Revista
de Madrid” también escribió Donoso junto
a colaboradores como Alcalá Galiano, Alberto Lista, ventura de la
Vega, El Duque de Rivas y Mesoneros Romanos.
No es de
extrañar que Donoso atrajera desde el primer momento a la Corte de
María Cristina, cuyos principios cristianos estaban muy arraigados,
la posición de Donoso sobre el Cristianismo y sobre las cuestiones
de relación entre la religión y la política. Su concepto de
Cristo, es que era el más inteligente, el más devoto y el más
libre de los seres, llegando a compararlo con Sócretas, estando
diametralmente en contra del ateísmo revolucionario.
Fue Donoso
quien preparó el manifiesto a la Reina María Cristina con el que se
dirigió a la Nación, desde Marsella,
el 8 de Noviembre de 1840. Donoso estaba convencido de la injusticia
que se había hecho con la reina Madre. Era un partidario apasionado
e incondicional, trataba ante todo de defenderla
a toda costa de los usurpadores de la revolución en marcha..
La cuestión
de la tutela de Isabel y Luisa Fernanda, había sido reservada
por su madre al renunciar a la regencia, aunque en la práctica esto
iba a ser materialmente imposible. De ahí, que debía estar
representada por un Consejo de cinco personas de toda su confianza, a
saber: Donoso Cortés, Sancho, Montes de Oca y Cabello. Espartero no
estaba dispuesto a hacer ninguna clase de concesiones, por la
sencilla razón que no estaba dispuesto a que elementos moderados
intervinieran o tuvieran alguna influencia sobre los negocios del
Estado. Esta cuestión fue sometida a las Cortes, por lo que María
Cristina convocaba a Donoso a una entrevista en Lyón,
con la misión confidencial de lograr, con su intervención,
que se llegara a un acuerdo, cual era que figurase en el Consejo que
había de ejercer la tutela tres personas, que aún estando en el
partido en el poder, le mereciesen su confianza, pero Donoso no tuvo
éxito en su intervención en las Cortes, siendo nombrado D. Agustín
Argüelles.
Después de
este episodio Donoso pasó a París, donde pasó los años
siguientes, figurando entre los íntimos de La Reina, siendo en
alguna ocasión su secretario personal.
Apenas de
la llegada de María Cristina a París puso en marcha una
conspiración a fin de recuperar el Trono y derribar a Espartero, es
cuestionable hoy en día que Donoso Cortés tuviera parte activa o
interviniese de algún modo en la misma, tanto en su preparación
como en su ejecución. Después del fracaso de un primer
levantamiento y el intento de rapto de las hermanas reales, se crea
en París, una sociedad secreta. Por estas fechas, nos dice Gabino
Tejada que Donoso Cortés sostuvo una extensa correspondencia con los
más influyentes círculos del partido moderado en España, por ello
es razonable que tuviera puntual conocimiento del levantamiento que
provocaría definitivamente la caída de Espartero.
Fernando
Muñoz, estuvo en relación muy estrecha con Donoso y por lo tanto, a
tenor de la correspondencia mantenida con los principales
conspiradores, comulgaba con sus mismas ideas. No hay duda que se
tenían un gran afecto, fue Donoso precisamente a requerimiento de
María Cristina, quien gestionó el Ducado de Riánsares.
El 4 de abril
de 1844, entraba de nuevo en la Corte de Madrid María Cristina,
decidida a normalizar su anómalo y difícil estado familiar,
presentándose públicamente como legítima esposa de Muñoz, que no
tenía otro honor que el de Gentilhombre de Cámara de la Reina.
Dos meses
antes de su regreso, María Cristina quiso para su marido le fuera
otorgada la merced de un título de nobleza, acompañado de la
Grandeza de España, dejándole colocado de esta manera en la
jerarquía social más cercana de la realeza, a la sazón estaba como
presidente del Consejo de Ministros Don Luis González Bravo, y la
cartera de Gracia y Justicia desempeñada por el insigne jurista Don
Luis Mayans.
María
Cristina encargó a Donoso que en su nombre solicitara personalmente
a Mayans, se encargara de comunicar a sus compañeros de ministerio,
la concesión deseada. Mayans pidió a Donoso que le enviara una
carta en tales términos, y así lo hizo:
“Excmo. Sr. D. Luis
Mayans
Muy Señor mío
y estimadísimo amigo. Habiéndome usted manifestado el deseo de que
yo le escribiera una carta en confirmación de cuanto le he dicho hoy
verbalmente, le escribo a usted estos cuatro renglones para
asegurarle, bajo la responsabilidad de mi honor, que S.M. la reina
madre me ha autorizado para manifestar a usted y a los demás
consejeros de su augusta hija su deseo de que se confiera las
grandeza de España, con el título correspondiente al señor d:
Agustín Fernando Muñoz Sánchez, con quien le unen vínculos
respetables y sagrados que protegen las leyes civiles y religiosas.
Su Majestad desea que esta merced sea concedida antes de su llegada a
Madrid, cediendo a los escrúpulos caballerosos del Sr. Muñoz, que
jamás quiso recibir de Su Majestad directamente sino el cariño con
que le honra. Queda de usted afectísimo amigo y seguro servidor,
que su mano besa. Juan Donoso Cortés, 12 de febrero de 1844”.
Ese mismo día le fue
concedida dicha distinción a Fernando Muñoz.
El 30 de
marzo de 1844, Donoso Cortés era nombrado secretario particular de
la joven Reina, manteniendo con María Cristina las mejores
relaciones, que como antes y después ejercía sobre su hija un
influjo decisivo, pues aunque figuraba en el Trono Isabelita, la
verdadera Reina era Cristina. FIN
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