TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
EL
CORDÓN DEL REAL BOSQUE DE EL PARDO
Marcos Mayorga Noval
Es
evidente que muchos avatares por los que han pasado las tierras que
hoy se conocen por el Bosque del Pardo, seguirán ocultos para la
eternidad, en la noche de los tiempos. Fueron de todo tipo, la gran
parte debido al ir tras la variedad de caza mayor y menor, pero
también debido a otra necesidades de los hombres por su
subsistencia. El Cordón llamado en principio el cerramiento del
Bosque, después La Cerca, Muralla y finalmente La Tapia del El
Pardo, supuso una obra ingente que duraría varios años hasta su
conclusión, capricho de los reyes de otros tiempos por salvaguardar
sus privilegios.
Las obligaciones que
contrajeron los monarcas para con sus vasallos, como consecuencia de
los perjuicios que les ocasionaron y los castigos impuestos a estos
por contravenir las normas, fueron una constante en épocas en que la
necesidad y el hambre estaban a la orden del día, sin embargo las
circunstancias llevaron a uno y a otros a ceder de sus derechos.
La puerta de Hierro en 1916 |
portillera de la casa quemada |
”El
primer mojon pone como se va de Madrid al Pardo por la parte del
molino que dizen de Somontes junto a una Cruz Verde a donde se
apartan los caminos enfrente de Vadillo por donde pasan el Rio para
ir a Arabaca viniendo de la Cruz Real del Pardo y desde alli por el
camino que va a Quesada arriva hasta el Camino que vaja de Peñarrubia
y desde alli como van por el valle arriba de Quesada, hasta la Voca
de Pesadilla y desde alli como van hasta el Carril del Goloso y desde
allí a la Cabezada del Prado de Nabalasmuelas y desde allí camino
derecho hasta el arroyo de Tejada que es le Charco de los Anadinos. Y
desde allí tejada abajo por la mojonera Vieja yendo hacia el Rio
grande junto a la hermita de Nuestra Srª del Torneo y pasando el Rio
desde el atravesando por los mojones que alli estan hasta el Camino
que llevan los leñadores la Vega abajo de Valdelatas ( oy se dice
Valdetablas) y desde alli y desde alli por el camino que van puestos
mojones hasta el arroyo de la Fuenseca adonde dejan el dicho camino y
desde alli por los dichos mojones por medio de la vega de Valdelatas,
hasta el paraje de la Voca de Valdeyamarza donde toman los otros
mojones a tomar el otro camino, y van por el hasta el valle de
Valdelaspeñas, y desde alli por el otro camino hasta el Valle de
Vallelobrego y desde alli hasta la cerca del Valle de las Dos
Hermanas y de alli dejando el otro camino van derecho al Vadillo de
Arabaca y acaban en el Rio enfrente del primer mojon a donde
comenzaron”.1
portillo del Bodonal |
portillo del salto del lobo |
Similares
penas se aplicaban por la caza menor, estando por las reincidencias
mas a criterio de los jueces, aunque se descartaba el envío a
galeras, dado que estaba terminantemente prohibido la introducción
de toda clase de perros dentro del acotamiento, especialmente
lebreles, galgos, podencos, perdigueros, conejeros, nocharniegos,2
excepto los que llevaban los pastores que “andubieren en ellos con
sus ganados los quales habian de poner a los perros que trajesen para
guarda de ella un palo de media vara de largo en el pesquezo el qual
habian de traer desde primero de mayo hasta fin de agosto” Si
alguno era sorprendido no cumpliendo estas normas se le imponía una
multa de 200 mrvs., y se confiscaban los canes. Asimismo eran
cuantiosas las penas a que eran acreedores quienes practicaban la
pesca mas “aya de la puente segoviana” Como norma se requisaba
todas las artes de pesca: redes, lazos, cañas de pescar y otros
armadijos3
y se quemaban.
portillo de Navarrondan |
Durante el reinado de
Carlos II, aparece una cédula fechada en 30 de junio de 1648 por la
que “se permite a los dueños de las heredades comprendidas en los
lugares de San Sebastian, Colmenar Viejo, Fuencarral, Fuente del
Fresno, Pesadilla, Rozas, Maxadaonda, Pozuelo y Arabaca el que con
los perros propios y tres personas puedan ahuientar y matar la caza
que entrase en sus heredades, siendo los que habian de gozar de esta
gracia personas que tengan 600 a mil ducados de hacienda”.
A
mediados del Siglo XVIII, se dieron los primeros pasos para agregar
territorios al Real Bosque, así se disponía mediante resolución
que las heredades de “ la Granja de Casanoba, propia del Monasterio
Real de San Gerónimo de esta Corte, la del Bosque Soto, e isla de
Battuecas del señor Duque de Huescar; la viña y territorio de D.
Andrés González de Barcia, la de D. Carlos Martinez de Medina; y la
llamada de Bañales perteneciente a D. Domingo Garcia.” así como
que quedasen agregadas las posesiones de particulares y comunales que
se hallaren en el terreno designado para formar el sitio del Pardo4.
puerta de El Goloso |
La
solución a tantos problemas estaba en el cercado de los límites del
cazadero, y que la obra permaneciera en el tiempo. Era un complicado
trabajo que requería una gran cantidad de mano de obra y la
intervención de destacados especialistas de la época. En este
proyecto va intervenir, inicialmente el ingeniero jefe Francisco
Nangle, teniente de Infantería al que sustituirá, a su muerte
Marcos de Viezma. Se abordó como una obra perdurable y se decidió
que las tapias fueran de buenos materiales: ladrillo pinto y
colorado, de piedra berroqueña coronada con albardilla5.
La solidez de la estructura ha permitido que llegue en buen estado de
conservación hasta nuestros días.
puerta de San Antonio |
Mosterín falleció el 29
de octubre de 1951. Al poco tiempo también falleció Thomás O´Deli.
Fue un periodo en aquellos comienzos en que parte de las obras se
paralizaron para nombrar a Silvestre de Albarca como ingeniero del
real Sitio. El nombramiento de maestro mayor recayó en el arquitecto
Joseph Briz y sobrestantes fueron el Teniente Pedro Chadinoti y
Antonio Taveras.
El ingeniero Agustín de
Herrera, era Subteniente de Infantería y Delineador de las Plazas y
fronteras de S.M. Otros ingenieros fueron, en aquella primera época,
el coronel Enrique Stillingnerf, Vicente del Campo y los arquitectos
Francisco Moradillo y Vicente Padierna. A lo largo de los años que
duraron las obras la responsabilidad de tesorería de los caudales
en cuanto a obras y gastos del nuevo Cordón del Real Bosque del
Pardo, recayó en Juan Fernández de Mora. Al Marqués de la Ensenada
rendía cuentas Vicente Manuel del Campo, como Director de las obras
de La Cerca.
portillo de las Matas |
Don
Cayetano de Obregón responsable de sitio Real de Viñuelas,
consideraba que las obra del cerramiento debían de comprender
también este lugar, y así se lo expresó a Fernando VI . “siendo
del Real agrado de S.M. que D. g. el que se cerquen sus bosques de
caza y al presente el de Real sitio de Biñuelas desde la casa de
Tres Cantos caminando por la falda o colina de los puertos de San
Agustín, Pesadilla Fuentefresno y todo lo demás [..] hasta
encontrarse otra vez con la dicha casa de Tres Cantos y desde ella
hasta las tapias de ladrillo y tierra que finca junto a la Casa que
dicen de El Goloso”7.
Había
tapias de antiguo por ciertos lugares que lo delimitaban, pero eran
insuficientes y mal guardadas, por lo que había que acometer, cuanto
antes, el cercado de todo el recinto, en sustitución de las redes de
esparto que en grandes cantidades, se colocaba en los límite para
evitar de alguna forma la huida de la caza.
Según Nangle “la obra consistiría en una pared de cal y canto,
coronada con albardilla a dos aguas, según plantilla, de losas de
piedra berroqueña de tres cuartos de pie de grueso, fortificándose
los ángulos de dicha pared desde los cimientos con sillares de la
misma piedra de mayor y menor, como también los pies derechos y
arcos en las partes que convenga para el transito de los arroyos con
rejas de yerro que puedan abrirse y cerrarse [..] sus cimientos de
dos pies y tres quartos de ancho y dos de profundo [..] y la pared
de dos pies de grueso y diez de alto incluida la dicha albardilla”.
Los materiales habían de extraerse de las canteras de Vicálvaro y
Vallecas; la cal de Torres y la arena no se podía extraer de los
arroyos, sino había de ser bien granada y picada en firme. “La
mampostería había de ser ejecutada atizonada, travada y ripiada,
sentando las piedras a golpe de martillo.” 8
El
total del presupuesto por todos los conceptos, incluidas las casillas
para los porteros presentado por Francisco Nangle el 20 de abril de
1751
fue de 832.990 rs. vn.
De
los tramos a levantar uno correspondía al frente de Fuencarral. El
8 de septiembre de 1751
los
arquitectos Don Nicolás Serrano y Don Manuel López Corona
presentaban a Don Vicente Manuel del Campo las cuentas, de haber
concluido las obras de la cerca y puertas desde “el Camino alto de
Colmenar Viejo sobre el cerro de las Cabezuelas y Caños Quebrados
avistando las casa nueva del cuartel del Goloso hasta la Venta del
Regidor del Camino Real que va desde la Corte al Sitio de El Pardo
haciendo frente y defensa al lugar de Fuencarral y abrazando las
viñas y heredades de Batuecas, Bañales, Berzia y Medina y ya
propios de S.M. agregadas al territorio de dicho real Bosque de El
Pardo.” Y
con la obra se tapiaron portillos ya existentes como es el caso de
los que cerraron en la antigua tapia de la viña de Medina.
Antonio
Lopez y Francisco Dejado fueron destajistas del cuarto tramo de la
Gavia de Fuencarral. El
destajista Manuel Navarro lo fue de un corte del 4º tramo de esta
gavia, por el que se le pagó 58.903 rs. y 17 mvs. vn. Suministraba
la piedra a esta gavia Antonio Nino, Francisco Abiyeira, Pedro
Arecha. La cal Joseph Ortega, Antonio Rodriguez.
Un
asiento de tesorería, de 4 de agosto de 1751, señala el remate de
780.631 rs. vn., con el que se cerró la obra de la cerca y portadas
comprendida entre la venta del Regidor hasta la Venta de Hoyos,
adjudica la obra a Nicolás de Francia. “58.727 rs y 14 mrvs fue lo
que importó la obra de cantería y terrería
de las cuatro portadas con rejas de hierro labrado construidas en la
dimensión de esta nueva gavia, para uso de los caminos que
comprende y servidumbre del coche de S.M. cuando transitara por
ellos, señaladamente la que hay cercana a Batuecas y casa de
Bañales; la de Valderrodrigo junto a la Real Quinta; la de la
portilla sobre el camino que va desde el Pardo a Fuencarral y la que
ay en Caños Quebrados para ir al convento de Nuestra Señora de
Valverde desde dicho Real Sitio de El Pardo”.
portllera W del campo de golf |
En 1752: Se pagaron a
Martinez Gomez 181 rs. vn., por jornales en el cultivo de la alfalfa;
era necesaria para alimentar las caballería. Alfalfa se cultivaba en
la huerta de Barcia, integrada en la Cerca y donde fuera antiguo
propietario Don Andres Gonzalez de Barcia Eran cuidadores de la
huerta: Mathias Gómez y Vicente García, entre otros.
Se
encargaban además de realizar todas las labores de cultivo, tales
como la preparación de la tierra, la siembra del grano, o la siega
en la que se empleaban hoces o corbellas, y su recolección. Partidas
de centeno, en grano, se compraban a un vecino de Majadahonda,
Francisco Álvarez Barrio, “encargado de acopiar para la siembra y
cebos de la caza”. El estiercol era el abono que se utilizaba en
dicha huerta, dirigida por Juan de Lorenzo como Director de Labranza.
La abundante caza había que cebarla, para ello se necesitaban
grandes cantidades de grano de centeno que se compraba en distintos
lugares de la geografía castellana. A favor del cebador Joseph
Gallego se dispusieron “para el pago de la conducción de 800
fanegas de centeno que se habían comprado en las cercanía de
Segovia para cebos de la caza”. A favor de Joseph Gallego se
libraron quinientos rs. vn., para los gastos que” le ofrezcan desde
Madrid a la villa de Sepulveda, acompañado de dos soldados que le
ban conboyando para resguardo de los 20 doblones de a 60 rs que lleva
a Juan de Andrade que se halla en aquella villa comisionado del
Acopio de granos para este años”. Los granos se transportaban en
espuertas y a
favor de “Juan Martinez Alarcon mayoral de las dos cabañas mulares
que traen granos de Sepùlveda al Pardo” se libraron 200 rs. vn.
Estos viajes se aprovechaban para encargos puntuales y vemos como en
uno de ellos “dos
botes de tabaco de dos libras se remitieron con el mayoral de la
cabañas Juan Martinez Alarcon de regalo al señor Corregidor de
Pedraza Don Manuerl Severino Baez y Llerena, de cuenta del comisario
Juan de Andrade” a quien se le cargaron en su haber de 15 rs.vn. La
conducción de granos implicaba el pago de los portazgos
correspondientes y se transportaba también garbanzo y cebada de los
campos de Castilla. Las viñas que se encontraban dentro del
cerramiento como eran las de dos viñas de Medina y Barcia así como
la de Bañales, eran podadas anualmente por Manuel Hernanz y sus
consortes vecinos, todos ellos de Pozuelo. Cuando las encinas estaban
cargadas de fruto, se vareaban las bellotas, facilitando a la caza el
alimento, con el mismo fin eran frecuentes las aportaciones de paja.
Otra cuestión importante
eran los pagos que se realizaban por la cuestión de los pastos, Hubo
protestas por las indemnizaciones por pérdidas de cosechas, con las
que no estaban de acuerdo, llegando incluso a reunirse los labradores
en forma tumultuosa para reclamar las que consideraban en justicia.
Vemos como “a favor de
Gabriel García y Pedro Gamarra alcaldes del lugar de Fuencarral y
Matheos Bustillo su Procurador Sindico general” se libraron 3.400
rs. vn., por el “arrendamiento de pastos de las yerbas de la parte
de las dehesa de Valdelatas que pertenece al referido lugar”, desde
el 1 julio de 1752 hasta fin junio de 1753 por el mismo periodo de
tiempo se libraron 750 rs. vn., cantidad que fue evaluada “por los
peritos de S.M., y este pueblo, en que evaluaron el fruto de bellota
que hubo en la expresada parte de la dehesa y monte de Valdelatas”
y de que no se valieron sus vecinos, como en los años anteriores,
años por haberse reservado para pasto de la caza del real Bosque del
Pardo.
Fuera de las redes se
procuraba que no proliferasen los conejos, así que se pagaban
jornales a las cuadrillas dedicadas a destruir los vivares; vemos
como a favor de de Francisco Álvarez Barrio se libraban 120 rs. vn.,
“para pagar 24 jornales que se causaron en cavar las bocas de los
conejos fuera de la red en el cuartel de Castrejón”.
Se gastaba cantidades de
dinero en jornales para remeter la caza en el interior de la Cerca.
La
caza por propio instinto de conservación, salía fuera de los
límites siendo imprescindible volverla a introducir en el Bosque,
para lo que se necesitaba la intervención de gentes de los pueblos
limítrofes Consecuentemente en esta operación, volvían a producir
nuevos daños en los cultivos. Fueron muchos los hombres que
intervenían en estas operaciones, ayudados con los perros. “ En 2
de otro mes de marzo se libraron a favor de Dn Manuel Martinez de
Tejada 3240 rs. vn para pagar jornales de 1080 hombres a 3 rs que
remetieron la caza al Monte de Viñuelas que estava en las afueras de
la Red en términos de Colmenar, San Sebastian, San Agustin, El Molar
y Algete.” A Manuel Martinez de Tejada 330 rs., para el pago de
jornales de los 110 hombres que se ocuparon de remeter la caza en el
cerro de San Pedro y termino de Manzanares.
La tela real en el monte del Pardo (Velázquez) |
Como
en toda tasación, la dificultad de estipular un justiprecio traía
como consecuencia que se produjeran altercados y manifestaciones de
los perjudicados. Entre los apreciadores se encontraban Francisco
Lorenzo Barquez, Dionisio Pérez de Aravaca, Andrés Sevillamo,
Manuel de Olisa y Milla, Manuel Martín Gutiérrez, Eugenio Escolar,
Joseph Uzeda, Diego López, Francisco Álvarez Barrio, Francisco del
Peral, Antonio Dávila, Manuel Perucho, Juan Vizcaino, Diego López,
y Manuel Herranz. Su sueldo, en 1751 estaba estipulado en 400
ducados al año que solían cobrar de la administración en varios
plazos. A
veces empleaban mas de seis día en efectuar dichos pagos de las
indemnizaciones, por los que iban socorridos con los gastos de
manutención y de hospedaje.
Por
los asientos de contabilidad se sabe que en noviembre, los días 17,
24 y 25, se efectuaron remetidas de la casa de campo a las que
asistieron 183 hombres de Los Carabancheles y Aravaca, a los que se
pagaba 3 rs. vn., a cada uno, Otros 64 rs. vn., fue el importe de la
pólvora que se utilizó y que portaban los guardas.
portillera de los caños quebrados |
Con
fecha 29 de agosto de este mimo año se “despachó abono de mil
setecientos y setenta y dos reales de vellón que entregó a Dª
Isabel Martínez de Texada, viuda de Don Rovertino Conventino vecino
del lugar de Fuencarral, por valor a justa tasación de peritos de un
colmenar que la pertenecía en el valle de Quesada, cercado de tapias
y en el interior un cubierto que sirve de casa; 19 almendros grandes
y tres encinas y se compró por estar dentro del nuevo demarcado
Cordón del Real Bosque del Pardo, según escriptura de venta y carta
de pago de su importe otorgado en 29 de agosto próximo antecedente
ante Dn Juan Manuel Miñón de Reynosa Secretario de S.M. y Escrivano
de número de esta villa que queda en esta oficina...”
En
marzo de 1751
una escritura de venta a favor de S.M. e incorporación a la cerca
del Real Sitio de El Pardo dice: “En este día se despacho abono
de doscientos cinco mil ochocientos cincuenta y nueve rs y un mvs de
vn que entregó a Don Domingo García, Dª Mauela Bañal, D. Joseph
Gutierrez y Dª Lorenza Bañal sus mujeres Dueñas de la viña
llamada de Bañales por valor a justa tasación del Perito de la
citada viña cercada toda de tapia, una casa abitable con seis
oficios, otra que es bodega con su ante bodega, tinajas y pertrechos
correspondientes, olibos, arboles frutales y diferentes tierras
dentro y fuera de las misma cerca situada en el paraje llamado
Merchan y Beacos entre el Bosque de Batueca y la huerta y viña que
fue de Dn Andres Gonzalez de Barcias, cuio total terreno según la
mensura hecha tiene de cavida 67 fanegas 3 celemines y medio de a 400
estadales cada una. Las 47 fanegas un celemín y un quartillo de
tierra que compone la planimetria de viña y dos suertes de tierra de
la cerca con inclusion de tres fanegas 9 celemines y un quartillo que
ocupa un pedazo de viña con 239 cepas; y una tierra de una fanega
y celemin y medio a la capellanía que en la parroquial del lugar de
Fuencarral fundo Paula Lopez; y la otra tierra de una fanega y 10
celemines y medio a los herederos de Lorenzo Rufel vecino del propio
lugar que no entraba en al venta y los 20 fanegas 2 celemines y un
quartillo restantes; seis tierras que en distintos parajes se hallan
fuera de la Cerca cuya propiedad con todas sus entradas y salidas,
usos, costumbres, derechos y servidumbres vendieron a S. M., [..]
otorgada en esta villa de 9 de noviembre del año proximo [..] en
conformidad con real Orden de 23 de junio de otro año proximo pasado
antecedente.”
puerta del Hito |
La
Venta del Regidor pertenecía
a Doña Josepha Adan de Iarza, residente en Valladolid. Parte de las
tapias eran
aledañas a la Puerta de Hierro, y se necesitaba adquirir parte del
terreno para acometer el levantamiento de las tapias a un lado y a
otro de la Puerta. Se consideraba que comprarla era una buena
inversión puesto que serían terrenos a añadir al Real Coto de
caza, por sus buenas fuentes y además se podían ahorrar el
levantamiento de la cerca por la parte que la delimitaba. Con fecha
30 de marzo de 1753
el tesorero Don Manuel Antonio de Horcasitas pagaba a Doña Josepha
Adan de Iarza por la Venta del Regidor la cantidad de 123 759 rs. vn.
A pesar de las medidas
que se fueron tomando para cerrar los límites que se consideraban
problemáticos, las quejas de los labradores seguían por los mismos
derroteros, sobre todo los primeros años. Hay que darse cuenta que
el cerramiento con redes de esparto iba por delante de la adquisición
y compra de tierras, con lo que se quedaban dentro del cerco tierras
de propietarios particulares que tenían en ella sus sembrados, y a
estos había que indemnizarlos por sus pérdidas que fueron
cuantiosas.
dibujo de la puerta de Madrid 1921 |
Diversos esparteros de
Madrid,entre ellos, Manuel
Martínez, fabricaban
rollos
de estera y soguillas. Las
estacas
que las mantenían erguidas sobre el terreno, se hacían con la poda
de fresno. y muchas de ellas fueron transportadas en carretas
dirigidas por el mayoral Juan Gordo. Se conocen transportes
efectuados desde El Escorial en 1752.
Cuando fueron talados
1137 álamo en el paseo de Atocha, la madera que pesó en total 1.720
arrobas, fue comprada a Pedro Martínez para hacer con ella 1140
estacas comprados, que
fueron acarreada por Custodio Dávila vecino de Carabanchel bajo,
desde el paseo de la Puerta de Atocha. Manuel
Muñoz, maestro espartero confeccionaba las maromas y redes que se
utilizaban en el arroyo de Manina.
PALACIO DEL PARDO |
La
Cerca trajo prosperidad a la Corte, muchos madrileños fueron
empleados en estas labores con el esparto como materia prima y los
maestros esparteros que se agrupaban en el Gremio de esparteros y
estereros, tuvieron en estos iniciales años de La Cerca unos
ingresos extras. Sus esparterías se encontraban en la que hoy
conocemos como calle de Esparteros, cerca de la Puerta del Sol9.
La totalidad del Bosque,
en los primeros años de su constitución estaba dividido en
cuarteles cuya responsabilidad directa de un comisario nombrado por
el rey por un periodo de dos años
Los Cuarteles y lugares
desde 1 de junio de 1751 eran los siguiente: del Pardo, de Batuecas,
de Somontes, de Balpalomero, de Quexada, de Torre de la Parada, de
El Aguila, de Baldeleganar, de La Angorrilla, de Belada, Cuartel de
El Crimio, de Navachescas, de Castrejón, de Valdelapeña, de
Trofas, de la Zarzuela, de Baldelatas, de El Castillo de Viñuelas,
de Nueva Roldan, de Tres Cantos, del Lugar de Fuencarral, del Lugar
de Alcovendas, del Lugar de Fuente del Fresno, del Lugar de
Pesadilla, del Lugar de El Molar, del Lugar de Colmenar Viejo, del
Lugar de El Hoyo, del Lugar de Torrelodones y del Lugar de Boadilla,
Todos ellos a las órdenes del teniente del Pardo D. Cristobal
Cortes de Solis, a su vez bajo la autoridad Don Cristobal de
Salmerón. “Asi observara El Duque del Arco.” Los Guardas se
denominaban de a 9 reales: De a 8 reales y De a a 7 reales:
Los puentes de rastrillos
jugaron un papel importante en evitar de la fuga de la caza. Se
trataba de los puentes verdes de madera, así llamados por la
coloración verde de su pintura con que se cubría la madera, a fin
de evitar su deterioro por el paso del tiempo. En sus ojos se
colocaron rejas de hierro que en alguno de ellos se levantaban cuando
la corriente del río así lo aconsejaba y se hacía por medio de
maromas que manejaban los guardas designados expresamente entre la
venta del Regidor y la venta de Cerezo. Posteriormente se construyó
el conocido puente de piedra de San Fernando.
Al mismo tiempo que se
levantaba La Cerca se abrieron en ella numerosas puertas y
portillos,muchas han llegado hasta nosotros, destacando la conocida
Puerta de Hierro. En los primeros cálculos del coste de un tramo de
la obra, presentados por Nangle para levantar la cerca
correspondiente desde la Venta del Cerezo hasta la del Regidor, se
incluía el importe de “las dos puertas que se precisan para dejar
libres los Caminos de Castilla y el Pardo, y el de las casillas para
la abitación de los porteros de ellas”.
Francisco
Nangle en 1751 presentó al Monarca, según nota manuscrita de 20 de
abril dos ideas para ejecutar este proyecto “para la entrada de la
cerca del camino de El Pardo se proponen dos ideas de Puertas y el
cálculo que aquí va comprendido es de la de hierro, pero si fuere
del agrado de S.M. se ejecute la de sillería, se contempla sera su
costo igual a la de yerro”. Fernando
VI se iba a decantar por la de hierro, quería que le acceso al Pardo
desde la Corte tuviera la lucidez que requería, al mismo tiempo que
fuese sobrepasada por un paseo agradable para los madrileños. Esta
puerta a la que terminó por llamarse Puerta de Hierro, fue
proyectada por Nangle en 832.000 reales de vellón, se ajustó con el
escultor Juan Domingo Olivieri en 100.000 reales.
En
una carta enviada por Francisco Nangle10
a Don Vicente Manuel del Campo, con fecha 23 de junio de 1751,
dice sobre la Puerta de Hierro: “Muy Sr. Mío. Ha venido aprobado
por su S. M. que la Portada de Arquitectura que se debe ejecutar en
el camino Real de El Pardo no supusiese al pregón para darse por
asiento con las demás obras, por los motivos que representé [..] he
pasado a formar ajuste con Don Domingo Olivieri maestro Maior de
escultura de S.M. en el precio de cien mil rs de Vn para la total
construcción de la expresada portada a excepción de las verjas....”
11
Siguiendo
los deseos del Monarca en 1752, le expuso que “para el mayor
lucimiento de la suntuosa Portada del Camino del Pardo, el formar
una alameda de cuatro líneas de árboles, tres calles, tres plazas
exterior y una interior, comprendidas desde la esquina de la huerta
del Marqués Guerra hasta la referida Portada”.
Un
asiento contable de fecha 23 de Diciembre de 1752
atestigua que a Don Juan Domingo Olivieri, Maestro Escultor para “la
Portada del Real Camino del Pardo y que estaba a cargo de Juan
Moradillo” se le pagaron 103121 rs. Contratados a tal fin por
Moradillo fueron Francisco Cuevas y Francisco Martin, oficiales
canteros que labraron las piedras. Antoni Solan escultor contratado
por Domingo Olivieri,. que hicieron los trofeos que la rematan. De
igual modo empleo al pintor Pedro Anguita para el dorado y pintado
de sus Puertas de hierro forjado, cobrando por ello 1000 rs. vn. Se
emplearon e 300 libras de plomo, suministrado por Antonio Faveras
por el que se pagó 441rs 6 mrs vn., “para
sentar las cuatro hojas de fierro de los lados de la Portada del
Pardo al precio de 50 mrvs libra y según certificado por Francisco
de Moradillo”.
En
1754
se
llegaba a concluir el embellecimiento del principal acceso a El
Pardo. Los jardineros encargados de hacer la plantación de álamos
negros sobre el Camino de El Pardo, bajo la dirección del arquitecto
Francisco Moradillo fueron: Juan de Llamas, Domingo Revuelta y
Francisco Ubao, los tres vecinos de Madrid. Desde el interior de la
Portada de Hierro, se plantaron doscientos de estos árboles. Para
adecentar los terrenos tuvieron que hacer los trabajos de movimiento
de tierras para efectuar el plantío, Juan de Llamas y por el
“desmonte, terraplén y plantío que se ejecuta en el Real del
Pardo junto a la nueva Portada”, recibía en 1753. 3000 rs. vn. El
jardinero de la Zarzuela en 1754 llevó a cabo la plantación de
álamos negros que se compraron en Valdetorres, realizando tanto la
operación de arranque como su conducción hasta la “ plaza
interior de la portada de arquitectura de la entrada del Real Sitio
del Pardo”. FIN
BIBLIOGRAFÍA
El
Real Sitio del Pardo.
Biblioteca de la Comunidad de Madrid.
Diccionario
Geográfico Estadístico de España y Portugal.
Ramón
Mesoneros Romanos.
Manual
de Madrid. Descripción de la Corte y de la Villa de.
Capitulo
XIII. Biblioteca Miguel de Cervantes.
Repoblación
de Fuencarral a mediados del Siglo XV.
Datos inéditos. Fidel Fita. Pág 360 (3) Biblioteca Miguel de
Cervantes.
FUENTES
Archivo
General de Palacio.- Real
Sitio del Pardo . Reinado del Sr. Fernando VI .
Caja 9465. Exp 3. De los Oficios de remisión y la aprobación de
S.M de las relaciones que acompañan, de los sueldos, y gastos
causados en las Alcaidias de el Pardo y sus agregados desde Diciembre
de 1755 hasta fin de julio de 1759.
Archivo
General de Palacio.- Fondo
El Pardo. Reinado de Carlos III,
Caja 9472. Exp 1.
Archivo
General de Palacio.- Fondo
El Pardo.
Reinado de Fernando VI, Caja
9440.
1 Archivo General de Palacio. Caja 9440. Exp.10.
2 Perros especializados en la caza nocturna.
3 Trampas de palos para cazar animales.
4 Según un informe firmado en Madrid 13 de marzo de 1751, por D. Francisco Palomares.
6 Comunicación a don Juan de Obregón en 30 Octubre 1751.
7
Del
proyecto de cercado de Biñuelas, del arquitecto Bentura Padierna y
fecha de 15 de febrero de 1752.
8
Del
proyecto presentado a S.M por el Ingeniero Nangle.
10
Biblioteca
Nacional. Los Ingenieros Militares en España de Horacio Capel y
otros. Pág.. 346 y 347. Sig: GM.ST/29 sala Goya. Francisco Nangle-
11
Archivo
General de Palacio. Caja 9440. Ex.24 .
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