PARTICIPACIÓN DEL DUQUE DE RIANSARES EN LA REAL COMPAÑIA DE CANALIZACIÓ0N DEL EBRO.

PARTICIPACIÓN DEL DUQUE DE RIANSARES

EN LA CANALIZACIÓN DEL EBRO (RCCE)

UNA ACCIÓN DE LA RCCE

En 1851 se concede de forma definitiva a Isidoro Pourcet, establecer una linea de navegación entre Tudela y Los Alfaques, concesión que provisionalmente tenía concedida desde 1848 y cuyo proyecto técnico estaba encomendado al ingeniero francés Jean Gratien Job, consistente en la construcción de ocho presas y diecisiete esclusas en los azules que ya existían con anterioridad, además del dragado del río Ebro, modificar el mismo en algunos tramos y realizar las excavaciones de un canal de navegación entre Amposta y Los Alfaques, alimentado por un canal de Alimentación que arrancaba en el azud medieval de Xerta – Tivenys. Poco mas de un diez por ciento de la inversión, iría destinado a obras de riego, a lo largo de la línea subordina a la navegación.

Las perspectivas de negocio era el transporte de una 100 Tm por año de mercancías, 48.000 cabezas de ganado y 100.000 viajeros, de lo que se esperaba unos ingresos brutos de 2.5 millones de francos, garantizando pingües beneficios. Sin embargo las primeras iniciativas no prosperaron, cuando Pourcent puso el negocio en manos del barón de Sassenay, que se retiró dejando de nuevo la gestión en manos de su patrocinado.

Uno de los socios financieros de la obra con los que Pourcet contaría era Juan María Grimaldi, un importante empresario teatral, amigo íntimo del Duque de Riansares, quien se comprometió a colocar las acciones entre diferentes inversores europeos.



DOCUMENTO DEL DUQUE DE RIANSARES



La RCCE se constituyó en Madrid el 18 de diciembre de 1852, a la que asistieron inversores franceses, ingleses y españoles, en donde se escrituraron 31,5 millones de pesetas y un capital a desembolsar de 22.44 millones. El principal accionista fue Grimaldi, el segundo Pourcet y el tercero el conde de Retamoso, juntamente con el duque de Riansares que figuraba en el séptimo de ellos.

Nota.- Tomado de Emeteri Fabregat Galcerà, en su artículo “La inversión francesa en la canalización del Ebro: de la navegación al riego (1848‐1904).