UN RESCATE PARA EL MUNICIPIO
LA ERMITA-CAPILLA DE TRES CANTOS
(Siglo XIX)
Marcos Mayorga Noval
Cuando se toma la carretera del castillo de Viñuelas, por la primera desviación hacia el Municipio de Tres Cantos sentido Madrid Colmenar Viejo, después de dejar a la derecha la entrada a la finca del citado castillo, pasamos el puente de piedra y magnífica factura, sobre el arroyo Bodonal que tantas veces cruzaron allá por el Siglo XIX los antiguos propietarios de la Finca de la Vega del Registrador, como actualmente se conoce este lugar y que ellos llamaban la Vega de la Moraleja, para inmediatamente desviarnos a la izquierda tomando francamente la dirección de dicha finca, a tan solo dos o tres centenares de metros.
Hace ya más de un cuarto de siglo, cuando aún Tres Cantos no se conocía como Municipio independiente sino formando parte del termino de Colmenar Viejo, llegamos los primeros ciudadanos, fue entonces cuando en mis horas de ocio recorría sus campos tratando de encontrar vestigios de un pasado que sirviese para configurar lo que podría llamarse su historia anterior.
Hace ya más de un cuarto de siglo, cuando aún Tres Cantos no se conocía como Municipio independiente sino formando parte del termino de Colmenar Viejo, llegamos los primeros ciudadanos, fue entonces cuando en mis horas de ocio recorría sus campos tratando de encontrar vestigios de un pasado que sirviese para configurar lo que podría llamarse su historia anterior.
Fue así como camino del castillo de Viñuelas, paseaba por la finca de la Vega del Registrador, aquellas antiguas edificaciones que como ya he dicho, los vecinos de Colmenar Viejo llamaban por tener su primer propietario esta profesión, aunque en los planos antiguos figura con el nombre de Casas de la Moraleja, di con los restos de lo que fuera en su tiempo una ermita o una capilla. Allí estaban los sillares de granito perfectamente labrados por los canteros colmenareños, dispersos sobre el suelo por haber sido abatido por las inclemencias del tiempo. Decidido a que no se perdieran por efecto de la depredación, desde ese mismo momento, traté de avisar a las autoridades municipales para que este frontispicio no se perdiera en la noche de los tiempos y ocupara un lugar entre nosotros.
Sin embargo fue el antiguo jefe de estación de Renfe y fundador del Grupo Literario Encuentros, Bartolomé Pinar quien se interesó por el tema, haciendo una de las primeras visitas a sus ruinas. Desgraciadamente un fatal accidente durante el cometido de su servicio, dio al traste con el original apoyo con el que contaba para sacar del olvido estas piedras que con tanto esmero realizaron, a finales del Siglo XIX, aquellos canteros y que durante la guerra habían dado cobijo a más de un combatiente y posteriormente para otros usos distintos al culto.
De resultas quedó muy deteriorada en su interior, así estaba cuando la adquirieron después los nuevos dueños que la utilizaron como granero, según recuerda una de sus descendientes que así la vio cuando tan solo era una niña, ella recuerda que las jambas de la puerta de entrada eran dos enormes sillares que sostenían las cargas del dintel, única pieza de la entrada que se conserva, ambas piezas desaparecidas.
Sin embargo fue el antiguo jefe de estación de Renfe y fundador del Grupo Literario Encuentros, Bartolomé Pinar quien se interesó por el tema, haciendo una de las primeras visitas a sus ruinas. Desgraciadamente un fatal accidente durante el cometido de su servicio, dio al traste con el original apoyo con el que contaba para sacar del olvido estas piedras que con tanto esmero realizaron, a finales del Siglo XIX, aquellos canteros y que durante la guerra habían dado cobijo a más de un combatiente y posteriormente para otros usos distintos al culto.
De resultas quedó muy deteriorada en su interior, así estaba cuando la adquirieron después los nuevos dueños que la utilizaron como granero, según recuerda una de sus descendientes que así la vio cuando tan solo era una niña, ella recuerda que las jambas de la puerta de entrada eran dos enormes sillares que sostenían las cargas del dintel, única pieza de la entrada que se conserva, ambas piezas desaparecidas.
Pasaron los años, algunos vestigios en piedra que se encontraban entonces fueron desapareciendo por efecto de la depredación, verbi gracia: cruces de piedra que se levantaron en algunos lugares en recuerdo del lugar, donde alguno de los lugareños fue alcanzado por un rayo o brocales de alguno de los pozos, de este mismo material, por lo tanto temía que aquellos sillares de la ermita hubieran sufrido igual tratamiento, sin embargo no fue así, algunos fueron respetadas por lo que de nuevo insistí en el tema.
Mi carta al Sr. Alcalde acompañada de un pequeño dossier fotográfico surtió efecto, interesándose la primera autoridad municipal por el tema y es en este año de 2009 cuando las autoridades municipales de Tres Cantos inician el proyecto por lo que procedí, a petición de esta citada Corporación Municipal, a catalogar de nuevo los sillares con la finalidad de rescatarlas definitivamente.
El verdadero interés de su recuperación estriba en que ha sido la única ermita que se levantó en el término del nuevo Municipio. Una ermita - capilla que estuvo en la finca de la Vega del Registrador, propiedad que fuera de una familia de Colmenar, “los Cornelio” y que luego pasó a manos, según transmisión oral, de una empresa denominada Santa Mónica. Solamente se conservan de ella parte de los magníficos sillares de granito que componían su austera fachada, con lienzos de ladrillo de tejar. Su puerta lo más probable de madera de doble hoja con un ancho aproximadamente de un metro y veinte centímetros, a juzgar por la distancia existente entre los huecos en el sillar que daba acceso al edificio y que correspondían a los apoyos donde se incrustaban los dos dinteles de madera del marco de aquella.
El verdadero interés de su recuperación estriba en que ha sido la única ermita que se levantó en el término del nuevo Municipio. Una ermita - capilla que estuvo en la finca de la Vega del Registrador, propiedad que fuera de una familia de Colmenar, “los Cornelio” y que luego pasó a manos, según transmisión oral, de una empresa denominada Santa Mónica. Solamente se conservan de ella parte de los magníficos sillares de granito que componían su austera fachada, con lienzos de ladrillo de tejar. Su puerta lo más probable de madera de doble hoja con un ancho aproximadamente de un metro y veinte centímetros, a juzgar por la distancia existente entre los huecos en el sillar que daba acceso al edificio y que correspondían a los apoyos donde se incrustaban los dos dinteles de madera del marco de aquella.
Un sillar de granito de 2,15 m de largo de forma prismática perfectamente labrada y 0.42 de ancho, medida esta que corresponde a la achura del muro frontero de la ermita. Una ventana en la parte derecha y un pequeño campanario sobre la cornisa adintelada completaban su configuración. Las puertas se abrían hacia el interior y tenían un espesor de 6 cms.
De planta rectangular, se encontraba adosada al resto de edificaciones de la finca y orientada a occidente, con una cubierta de teja árabe, a dos aguas. Durante la excavación de estos últimos sillares, se ha podido comprobar que el suelo del lugar sagrado era de cemento, con dibujo de líneas grabadas en él formando cuadrados con sus diagonales.
Posteriormente he comprobado que este es un trozo de suelo antiguo, ya que después se arregló seguramente a causa del deterioro sufrido durante la guerra, utilizada como almacén o refugio circunstancial, con una lechada de cemento que aparece completamente liso a todo lo largo y ancho de la planta, a tenor de las catas aleatorias efectuadas, por lo tanto aquella porción dibujada, quiero suponer que fue dejada como testigo, a propósito.
Delante y a todo lo ancho de la fachada principal de la ermita, el suelo de acceso a la misma se realizó con cantos rodados. Unos pequeños trozos de alambres, entrecruzados sujetos a pedazos de cemento indican que, probablemente, en su última etapa de utilización, desaparecidos los cristales, la ventana estaba protegida por una alambrada. Los escombros que se acumulan tanto en el interior como en el exterior del edificio, contienen innumerables trozos de ladrillos de tejar, que podrían llegado el caso volver a ser utilizados en una hipotética labor de recuperación del frontispicio.
La aparición de clavos de cierta antigüedad, parece señalar que las piezas de madera que formaban parte de puerta y ventana, nos remontan al Siglo XIX, así como el material de albañilería tal como el recubrimiento de las paredes interiores o los citados ladrillos con muchas posibilidades venidos de la antigua tejara de Colmenar Viejo.
Son ladrillos ensamblados con argamasa que se emplearon hasta las postrimerías del Siglo XIX. Se trata de un ladrillo irregular en su formato y también en su color, hechos a mano por lo que son toscos y de caras muy rugosas y no muy planas, por lo que el plano de la fábrica del muro presenta también un carácter irregular. En su ejecución, en este caso a tizón, es decir con la cara más estrecha al exterior, se cuida la trabazón por lo que las juntas verticales no coinciden en las hiladas consecutivas.
Las dos esquinas del frontispicio se refuerzan con dos cadenas de estructura vertical, de sillares de granito de las canteras de Colmenar a soga y tizón, con el objeto de reforzar los muros. Una de las jambas de la ventana es de este mismo material así como los dinteles tanto de ésta como el de la puerta de entrada.
La parte superior o cornisa, está compuesta por cinco sillares con caveto, una moldura ornamental cóncava con perfil de 1/4 de círculo. Encima de ella destacaba el campanile que albergaba una pequeña campana hoy desaparecida, posiblemente falte una pieza de piedra en forma triangular que remataba el mismo, pues debió tener una apariencia muy similar al campanile de la ermita de Santa Ana de Colmenar Viejo
En los lienzos o muros laterales de sillarejo se aprecia dos etapas en su levantamiento, siendo de mejor factura la parte inferior.
A la inspección de los restos de pared que se han conservado enterrado entre los escombros, se puede observar que desde sus orígenes, al menos se ha enlucido la pared interior en dos ocasiones y que en el primero se había pintado un zócalo oscuro de 14/15 cms.
También se observa por las marcas que se aprecian, en uno de los muros interiores que correspondían a cinco o seis vigas de madera, de 10 centímetros de ancho cada una y separadas un metro setenta y cinco centímetros, posiblemente recubiertas de cierto enfoscado. A medida que se sigue descombrando van apareciendo clavos corroídos de hierro de sección cuadrangular, forjados a mano correspondientes al Siglo XIX y tacos de madera utilizados en el ensamblaje de las vigas del maderamen del tejado.
De la investigación sobre planos antiguos, realizada en la Cartoteca del Servicio Geográfico del Ejército, se deduce que en 1875, en la Hoja 534 de Colmenar Viejo E:1/50.000 existía en el lugar, una construcción. Posiblemente a esta primera fase constructiva corresponda una de las partes inferiores del muro sur y que correspondía a esta caseta antigua. Posteriormente en un plano de 1929 sigue señalándose este mismo punto. No será hasta 1949 y 1951 E: 1/25000 correspondiente a Viñuelas Hoja 534/1, cuando ya se especifica el lugar como Casas de la Moraleja. Teniendo en cuenta que según testigos presenciales ya existía la ermita en 1936, parece seguir siendo aceptable las fechas de su construcción, a caballo de los siglos XIX y XX. .
Desgraciadamente los documentos notariales más allá de 1940 desaparecieron del Archivo de Colmenar Viejo, quemados como consecuencia de la guerra de 1936, así me lo confirmaron en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, aunque el archivero de la parroquia de la Basílica, Sr. Jaime Hernández, cuya colaboración ha sido inestimable, tenía oído que la finca era propiedad del Registrador de la propiedad Don Santiago Muñiz que también era dueño del edificio que alberga hoy en esta localidad el Centro Cultural, y antes albergue del Registro de la Propiedad de Colmenar, enfrente de la citada iglesia, que fue quien se la vendió a Don José Francisco Marivella “de los Cornelios” en la década de los treinta del Siglo XX.
Prosiguiendo en la investigación, ahora sabemos que quien fundó la Vega de la Moraleja fue Don Santiago Muñiz López, natural de Madrid, nacido en 1850, durante la Década Moderada, bajo el reinado de Isabel II, que había sido bautizado en la parroquia de San Luis y que casó con Doña Luisa Oneca, bautizada en la parroquia de San Martín, también de la capital. Que el padre, el Excmo. Sr. Don José Muñiz había sido Presidente de la Sala Tercera de la Audiencia de Madrid, nacido en Zamora en la localidad de Fuente de Rapel, casado con una dama de noble casa, la Excmª. Srª. Doña Agustina López Zaldibar.
Vivieron en la finca de la Vega de la Moraleja, con sus tres hijos: Agustina, Joaquín y Luis. Don Santiago Muñíz López fue el que decidió construir esta capilla, adosada a otras edificaciones que debió levantar en las mismas fechas y que corresponden a las caballerizas, a las bodegas y a su lugar de residencia, una casa señorial construida en tres plantas con materiales y maderas nobles, formando un conjunto que en aquel último tercio del Siglo XIX, rodeada por plantaciones de viñedos que debió de constituir un hito en estos contornos. De sus caballerizas aún se pueden observar los pesebres de las caballerías y una bodega con enormes tinajas de las que tuve la ocasión de ver algunas casi completas, hoy totalmente destruidas y de cuya construcción fue autor el constructor de tinajas “Estecha”. En este lugar falleció, a la edad de setenta y dos años, siendo enterrado en el cementerio de Colmenar Viejo en tres de febrero de 1922.
De sus hijos posemos los siguientes datos: Don Luis Muñíz y Oneca fue Notario de Valladolid por 1957, año en que fue nombrado Archivero General de Protocolo del Distrito Notarial de esta ciudad, según Orden de 21 de noviembre de 1957 BOE. Núm. 30. Pág. 7148.
Por su expediente universitario, entresacado del Archivo Histórico Nacional (sig: UNIVERSIDADES 6700, Exp.19), de Don Joaquín Muñiz y Oneca se sabe que después de obtener el Bachiller en junio de 1896, en el Instituto de Cardenal Cisneros de Madrid se matriculo en la Facultad de Derecho para luego pasar a la de Filosofía y Letras, obteniendo el grado de Licenciado el 1 de mayo de 1901 cuando tenía 21 años. Había nacido en Colmenar Viejo, aunque vivía en estas fechas en la calle Claudio Coello nº 24. 4º principal de la capital. Por lo tanto su año de nacimiento era el de 1880. He aquí la recreación de su firma:
La hija se llamaba Agustina, igual que la abuela, Muñiz y Oneca, pintó un cuadro de la Virgen de los Remedios, a la cual es posible que estuviese dedicada la capilla, dicho cuadro se conserva hoy en el baptisterio de la basílica de Colmenar Viejo Al menos estos dos últimos fueron bautizados en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, cuya pila bautismal data de tiempos de los Reyes Católicos.
Respecto a la genealogía de este apellido, se tiene noticia que en 1024 Don Alfonso Díaz era conde en la Corte del rey Don Fernando y que su hijo Don Alfonso Muñíz, casado con Doña Aldonza, era propietario de extensas heredades en el valle del río Cea. El hijo de este Martín Alfonso fue conde en la corte de Alfonso VI
Los Muñiz, según el Nobiliario Español de Julio Atienza, son de origen asturiano. Probaron su nobleza en las Ordenes de Santiago (1539 y 1757) y Carlos III (1788) y numerosas veces en la Real Chancillería de Valladolid, así como en la Real Audiencia de Oviedo. Don Alonso Muñiz Caso y Osorio fue creado marqués de Camino de Villar en 28 de a de 1750. Sus armas: los del Concejo de Carreño traen en campo de plata, un águila imperial y exployada de sable; bordura de sinople con ocho aspas de oro.
Las del Concejo de Allande traen: un castillo acompañado de un tejo en el flanco diestro, una flor de lis en el siniestro y una estrella encima; delante del castillo un caballero jinete hincando la lanza en la boca de un oso que está asido por dos lebreles; detrás algunos monteros y una caldera a un lado ignorándose los esmaltes.
El emperador Don Carlos I concedió por privilegio dado en 8 de diciembre de 1535, el siguiente escudo cortado: 1º en campo de azur, una estrella de oro; medio partido de lo mismo con otra estrella de oro y 2º en campo de sinople, una torre en plata. Bordura de gules con ocho flores de lis de oro.
El título de Conde de Villapadierna se concedió en 1878 a Don Felipe Padierna de Villapadierna y Muñiz. Caballero de Santiago, de esta familia que ocupó esta finca que con el tiempo iba a formar parte del nuevo Municipio de Tres Cantos, tío de Don Santiago Muñiz, y padrino de su hija Agustina.
Don León Padierna de Villapadierna y Muñíz, hijo de Don Felipe, fue senador por y diputado por Zamora en 1886 y 1893.
El Conde de Villapadierna debió visitar con frecuencia la finca de su pariente de la vega de la Moraleja, aficionado como era a los caballos y donde disfrutó con el resto de la familia, probando los buenos caldos que se extraían de sus bodegas y recorriendo placenteros paseos por las tierras tricantinas, sobre lomos de nobles cabalgaduras que ocupaban los establos de sus caballerizas e igualmente irían a depositar sus oraciones en la ermita que a la postre sería testigo del fallecimiento de quien la edificó: Don Santiago.
DE LA FAMILIA MUÑÍZ QUE LLEGÓ A TRES CANTOS.
Después de requeridos de los archivos considerados, se ha conseguido parte de la documentación de los Muñiz, llegados a tierras de lo que sería el Municipio de Tres Cantos procedentes de la comarca del Cea y donde dejaron su impronta en uno de los monumentos que se erigen en nuestra ciudad: los restos de la ermita de la finca de la Vega del Registrador que sus ascendientes levantaron en la ribera del arroyo del Bodonal.
Don José Muñíz estudió en el seminario Conciliar de San Mateo de la Villa de Valderas. Cursó en él estudios de Lógica. Ontología y Matemáticas, Física General y particular, “asistiendo a dos lecciones diarias, y a los respectivos ejercicios académicos, leyendo, arguyendo, y defendiendo, componiendo, o disertando con puntualidad, aplicación, y aprovechamiento en la forma prevenida por los Estatutos de este Seminario, y novísimas Reales órdenes” “habiendo sido examinado, y aprobado de Latinidad, admitido, y matriculado en debido tiempo y forma, para oír facultad en este Colegio, ha ganado desde S. Lucas del año pasado de mil ochocientos treinta y tres hasta San Juan de Junio de mil ochocientos treinta y cinco Curso completo”.
Así lo hace constar Don Gerónimo Fernández Sarabia Presbítero, Rector del dicho Seminario, a la hora de emitir certificación para que se le convalidaran estas materias en la Universidad de Valladolid, a la que se incorporó por Real Privilegio, dependiente de la Real Universidad de Salamanca.
Don José Muñiz Alaix llegó a Madrid, procedente de la villa de Fuentes de Ropel, donde nació. Según consta en el “Indicador de Madrid donde figuran todos sus habitantes” para el año 1858, obra escrita por D. Fernando Domingo, vivió en la calle de Farmacia nº 6 y también en la calle Lobo nº 23, hoy Echegaray, que fue una de las calles que primero se iluminaron con gas en Madrid, los años en que ejerció como abogado en el Juzgado de Primera Instancia y fue Promotor Fiscal. Veremos que residió en otros domicilios de la capital.
Llegaría a ser Presidente de la Sala Tercera de la Audiencia de la capital del Estado, casando con la Excmª. Srª. Doña Agustina López Zaldivar, que fue bautizada en 12 de abril de 1824, en la parroquia de San Martín de Madrid (63 Bautizos. Folio 186 v.), hija legítima de Don Juan Antonio López natural de Santurce (Vizcaya) y de Doña Venancia Gabriela Zaldivar (conocida como Valentina), de Vitoria (Álava). Fueron sus abuelos paternos: Don Pedro de Bilbao y Doña María Antonia de Dulon y Arrivaga de Villa de Portugalete (Vizcaya). Abuelos maternos Don Joaquín (Vitoria) y Doña Concepción de Larrea, natural de Belunza (Álava). Nació en la calle de Panaderos de Madrid. El matrimonio tuvo al menos dos hijos: Santiago y Carmen.
El expediente personal del Magistrado Don José Muñiz Alaix se encuentra en el Archivo Histórico Nacional (ES. 28079 AHN/1.2.2.1.69 FC - Mº JUSTICIA – MAG - JUECES,4571, Exp.4899), de cuyo estudio podemos seguir cronológicamente su carrera como magistrado hasta su jubilación. Nació el 26 de Diciembre de 1819 en Fuentes de Ropel. Estudio la carrera de derecho en la Universidad de Salamanca, provincia donde tenía la familia bienes, obteniendo el Título el 23 de Diciembre de 1842. Lo encontramos en Madrid en la Guía de Forasteros en 1850. En 25 de septiembre de 1847 contrajo matrimonio con Doña Agustina López Zaldivar en la parroquia de San Luis de Madrid, cuando a la sazón ejercía como Promotor Fiscal en la Audiencia de Benavente.
Este año su padre, Vicente Muñíz nacido en Salamanca, se encontraba gravemente enfermo, como consecuencia tuvo que pedir licencia para cuidar de él en Fuente de Ropel; al poco fallecería dejando otros nueve hijos.
En 1852 moriría un hijo de Don José Muñíz en Fuentes de Ropel, hermano de Don Santiago y de Carmen. Por este expediente se sabe que vivió en la calle de San Miguel nº 27, 2º izq. En 1870 y en la de Serrano nº 54 principal en 1875.
En 1843 por acuerdo de la Junta de Gobierno de la villa de Valderas (León) fue nombrado Promotor Fiscal del Juzgado que se creó en la misma villa a consecuencia del Pronunciamiento Nacional ocurrido en 1843 como cabeza de partido que lo era de 19 pueblos y tomando posesión el 22 de julio de 1843, aunque tan solo estuvo hasta septiembre de 1843.
En Durango en 1847. En Benavente en 1848. Ese mismo año lo fue de Segovia. Estuvo ejerciendo como Juez en Valencia en 1865. En Oviedo en 1867, donde ascendió a Presidente de la sala de esta capital asturiana. El 13 de enero de 1848 obtuvo el nombramiento de Secretario honorario de S.M. Estuvo adscrito al Ilustre Colegio de Madrid trece años, desde 1845 como abogado de pobres. En la Guía de Forasteros de 1850 aparece como Promotor Fiscal del Distrito de Embajadores y en 1852 era Promotor fiscal del distrito de Maravillas. En 1864 era Juez del Distrito del Hospicio de Madrid, antes lo había sido del distrito de Barquillo. En 1968 fue declarado cesante en la Audiencia de Granada. Estaba incluido en el escalafón publicado en la Gaceta de 12 de noviembre de 1871 en el número de Presidentes de Sala cesantes, calificado favorablemente para darle ingreso en la carrera por decreto de 18 de diciembre de 1871, es en 26 de agosto de 1873 nombrado Presidente de la Sala Cuarta de la misma Audiencia.
No gozaba de buena salud, desde la muerte de su hijo en Fuentes de Ropel, fue a más la enfermedad que padecía, Hemoptisis ya en 1850, en 1859 sufrió un infarto de hígado y sus dolencias le acompañarían hasta su fallecimiento. Era frecuente sus visitas y las licencias que pedía para restablecer su salud en los baños, sobre todo en los meses de verano: Panticosa, Cestona, Ledesma eran sus preferencias, donde la temperatura era más benigna.
En 1883 se hallaba viviendo en Madrid en la calle Claudio Coello nº15, cuando los médicos certificaron la incompatibilidad de mover los dedos de la mano derecha, que se refleja en las firmas con trazo tembloroso de sus últimas instancias, año en que el rey Alfonso le firmó en Palacio su jubilación con los honores de Presidente de Sala del Tribunal Supremo en 8 de octubre. Falleció el 25 de agosto de 1884.
De una de las hermanas de Don José tenemos noticia, ya que en el Archivo de Protocolos de Madrid, en el Tomo 37027. Folio 167, se encuentra el amplio y detallado testamento de Doña Petra Muñiz y Alaiz casada con el Excmo. Sr Conde de Villapadierna, Don Felipe Padierna, natural de Salamanca, de cuyo matrimonio fueron fruto: Dª Marcela, Dª Obdulia, Dª Juana y D. León. Falleció esta mujer en Madrid, era hija de Manuela Alaiz de Castro Gonzalo y ambas naturales de astro Gonzalo provincia de Zamora, en 23 de febrero de 1891, a los 81 años de edad, ya viuda de su esposo; vivía a la sazón en la calle Claudio Coello nº 22 y fue enterrada en la Sacramental de San Justo y Pastor (patio de San Millán y Ánima) en el nicho 1403.
ANTECEDENTES GENEALOGICOS DEL APELLIDO MUÑÍZ.
Don José Muñíz estudió en el seminario Conciliar de San Mateo de la Villa de Valderas. Cursó en él estudios de Lógica. Ontología y Matemáticas, Física General y particular, “asistiendo a dos lecciones diarias, y a los respectivos ejercicios académicos, leyendo, arguyendo, y defendiendo, componiendo, o disertando con puntualidad, aplicación, y aprovechamiento en la forma prevenida por los Estatutos de este Seminario, y novísimas Reales órdenes” “habiendo sido examinado, y aprobado de Latinidad, admitido, y matriculado en debido tiempo y forma, para oír facultad en este Colegio, ha ganado desde S. Lucas del año pasado de mil ochocientos treinta y tres hasta San Juan de Junio de mil ochocientos treinta y cinco Curso completo”.
Así lo hace constar Don Gerónimo Fernández Sarabia Presbítero, Rector del dicho Seminario, a la hora de emitir certificación para que se le convalidaran estas materias en la Universidad de Valladolid, a la que se incorporó por Real Privilegio, dependiente de la Real Universidad de Salamanca.
Don José Muñiz Alaix llegó a Madrid, procedente de la villa de Fuentes de Ropel, donde nació. Según consta en el “Indicador de Madrid donde figuran todos sus habitantes” para el año 1858, obra escrita por D. Fernando Domingo, vivió en la calle de Farmacia nº 6 y también en la calle Lobo nº 23, hoy Echegaray, que fue una de las calles que primero se iluminaron con gas en Madrid, los años en que ejerció como abogado en el Juzgado de Primera Instancia y fue Promotor Fiscal. Veremos que residió en otros domicilios de la capital.
Llegaría a ser Presidente de la Sala Tercera de la Audiencia de la capital del Estado, casando con la Excmª. Srª. Doña Agustina López Zaldivar, que fue bautizada en 12 de abril de 1824, en la parroquia de San Martín de Madrid (63 Bautizos. Folio 186 v.), hija legítima de Don Juan Antonio López natural de Santurce (Vizcaya) y de Doña Venancia Gabriela Zaldivar (conocida como Valentina), de Vitoria (Álava). Fueron sus abuelos paternos: Don Pedro de Bilbao y Doña María Antonia de Dulon y Arrivaga de Villa de Portugalete (Vizcaya). Abuelos maternos Don Joaquín (Vitoria) y Doña Concepción de Larrea, natural de Belunza (Álava). Nació en la calle de Panaderos de Madrid. El matrimonio tuvo al menos dos hijos: Santiago y Carmen.
El expediente personal del Magistrado Don José Muñiz Alaix se encuentra en el Archivo Histórico Nacional (ES. 28079 AHN/1.2.2.1.69 FC - Mº JUSTICIA – MAG - JUECES,4571, Exp.4899), de cuyo estudio podemos seguir cronológicamente su carrera como magistrado hasta su jubilación. Nació el 26 de Diciembre de 1819 en Fuentes de Ropel. Estudio la carrera de derecho en la Universidad de Salamanca, provincia donde tenía la familia bienes, obteniendo el Título el 23 de Diciembre de 1842. Lo encontramos en Madrid en la Guía de Forasteros en 1850. En 25 de septiembre de 1847 contrajo matrimonio con Doña Agustina López Zaldivar en la parroquia de San Luis de Madrid, cuando a la sazón ejercía como Promotor Fiscal en la Audiencia de Benavente.
Este año su padre, Vicente Muñíz nacido en Salamanca, se encontraba gravemente enfermo, como consecuencia tuvo que pedir licencia para cuidar de él en Fuente de Ropel; al poco fallecería dejando otros nueve hijos.
En 1852 moriría un hijo de Don José Muñíz en Fuentes de Ropel, hermano de Don Santiago y de Carmen. Por este expediente se sabe que vivió en la calle de San Miguel nº 27, 2º izq. En 1870 y en la de Serrano nº 54 principal en 1875.
En 1843 por acuerdo de la Junta de Gobierno de la villa de Valderas (León) fue nombrado Promotor Fiscal del Juzgado que se creó en la misma villa a consecuencia del Pronunciamiento Nacional ocurrido en 1843 como cabeza de partido que lo era de 19 pueblos y tomando posesión el 22 de julio de 1843, aunque tan solo estuvo hasta septiembre de 1843.
En Durango en 1847. En Benavente en 1848. Ese mismo año lo fue de Segovia. Estuvo ejerciendo como Juez en Valencia en 1865. En Oviedo en 1867, donde ascendió a Presidente de la sala de esta capital asturiana. El 13 de enero de 1848 obtuvo el nombramiento de Secretario honorario de S.M. Estuvo adscrito al Ilustre Colegio de Madrid trece años, desde 1845 como abogado de pobres. En la Guía de Forasteros de 1850 aparece como Promotor Fiscal del Distrito de Embajadores y en 1852 era Promotor fiscal del distrito de Maravillas. En 1864 era Juez del Distrito del Hospicio de Madrid, antes lo había sido del distrito de Barquillo. En 1968 fue declarado cesante en la Audiencia de Granada. Estaba incluido en el escalafón publicado en la Gaceta de 12 de noviembre de 1871 en el número de Presidentes de Sala cesantes, calificado favorablemente para darle ingreso en la carrera por decreto de 18 de diciembre de 1871, es en 26 de agosto de 1873 nombrado Presidente de la Sala Cuarta de la misma Audiencia.
No gozaba de buena salud, desde la muerte de su hijo en Fuentes de Ropel, fue a más la enfermedad que padecía, Hemoptisis ya en 1850, en 1859 sufrió un infarto de hígado y sus dolencias le acompañarían hasta su fallecimiento. Era frecuente sus visitas y las licencias que pedía para restablecer su salud en los baños, sobre todo en los meses de verano: Panticosa, Cestona, Ledesma eran sus preferencias, donde la temperatura era más benigna.
En 1883 se hallaba viviendo en Madrid en la calle Claudio Coello nº15, cuando los médicos certificaron la incompatibilidad de mover los dedos de la mano derecha, que se refleja en las firmas con trazo tembloroso de sus últimas instancias, año en que el rey Alfonso le firmó en Palacio su jubilación con los honores de Presidente de Sala del Tribunal Supremo en 8 de octubre. Falleció el 25 de agosto de 1884.
De una de las hermanas de Don José tenemos noticia, ya que en el Archivo de Protocolos de Madrid, en el Tomo 37027. Folio 167, se encuentra el amplio y detallado testamento de Doña Petra Muñiz y Alaiz casada con el Excmo. Sr Conde de Villapadierna, Don Felipe Padierna, natural de Salamanca, de cuyo matrimonio fueron fruto: Dª Marcela, Dª Obdulia, Dª Juana y D. León. Falleció esta mujer en Madrid, era hija de Manuela Alaiz de Castro Gonzalo y ambas naturales de astro Gonzalo provincia de Zamora, en 23 de febrero de 1891, a los 81 años de edad, ya viuda de su esposo; vivía a la sazón en la calle Claudio Coello nº 22 y fue enterrada en la Sacramental de San Justo y Pastor (patio de San Millán y Ánima) en el nicho 1403.
ANTECEDENTES GENEALOGICOS DEL APELLIDO MUÑÍZ.
De los de este apellido Muñiz que proceden de las Asturias, los encontramos en el capítulo 13, al folio 124, y epígrafe: Muñiz, apellido, su origen y ascendencia y Maestres de la Ordenes Militares de esta familia y que se encuentra en el Tomo IV de la obra cuyo autor, Don Joseph Manuel Trelles Villademoros publicó en 1760, bajo el título “Asturias Ilustrada. Primitivo origen de la Nobleza de España, compuesta de ocho tomos y que se encuentra en: Sig.- CSIC RES O7671.
“Nobleza D. Gonzalo Muñíz descendiente del tronco Real de los reyes de Asturias, casó con Munia Domna, a quien hacen hija del Rey Don Bermudo II, y de los dos fue hijo Don Moniño Viegas, llamado el Gafco, por haver eftado en Gafcuña: este casó con Doña Valido Trocofendes, hija de Don Trocofendo Guedas y los dos tuvieron a Don Egas Muñiz el Viejo, cuya muger fue Doña Tuda Herminguez; los padres de efta señora fueron Don Hermigio Alboazar, y Doña Dordia Offorez, y Don Hermigio fue hijo de el infante Don Alboazar Ramirez, y de fu muger Doña Elena Godinez, que tuvo por padre a Don Godiño de las Asturias; y de el Infante Don Alboazar lo fue el Rey Don Ramiro II; de Don Egas Muñiz, y Doña Toda Herminguez fue hijo Don Hermigio Viegas, el qual fue el padre de Don Moniño Herminguez, quien, cafando con Doña Miñana, Ayo y mayordomo de el Rey Don Alonso Herminguez de Postugal, de los mas celebrados Heroes de fu figlo, y a quien el Conde Don Pedro llama el Honrado y bienaventurado Cavallero.
Caso Don Egas Muñiz de primero matrimonio con Doña Mayor Paez de Silva, hija de Don Pelayo Gutierrez de Silva, Adelantado de Portugal, y de fu muger Doña Sancha Anez de Montor; y de segundo matrimonio caso con Doña Therefa Alonfo de Afturias, hijo de el Conde Don Alonfo de Afturias, nieta de Don Bermudo Ordoñez y viznieta de los Infantes Don Ordoño, y Doña Fronilda Pelaez.
De dos tan ilustres matrimonios tuvo Don Egas Muñiz diferentes hijos, descendiendo de ellos los Coellos de Portugal, y otros ilustres familias de aquel Reyno, y en Castilla los Condes de Luque, y otros muchos, haviendofe pafado a vivir a efte Reyno por los motivos que exprefan las Historias . Entre los demas ascendientes de Don Egas, Nuño Fernandez que caso con Doña Elvira Tafur; y estos dos fueron los padres de el maestre de Santiago Don Pedro Muñiz, y de eftos mifmof defcendio Doña Eufrafia Muñiz, señora de la casa de Olloniego en Afturias, la que cafo con Suero de Nava.
El Maestre Don Pedro fue cafado con Doña Maria de Figueroa, y de los dos defcendieron los de apellido de Muñiz Godoy, y los de Aguayo, señores de Villaverde, y los de Galapagares, y otro mucha nobleza, que tienen comun origen en los de los señores de la cafa de Olloniego.
El Maestre vigefimo de la misma Religion y que fucedio a Don Juan Offorez por los años de 1306, reynando Don Fernando IV, fue Don Diego Muñiz; efte fue de la mifma Cafa, y Familia, que fu anteceffor Don Pedro Muñiz por la linea materna, y por la paterna defendia de la familia de Guzman.
El Maestre Trigefimo de la mifma Religion de Santiago fue Don Fernando Offorez, el cual afimifmo de la familia, que su antefefor Don Juan Offorez.
El Maestre Trigefiniprimero de la orden de Santiago fue Don Pedro Muñiz de Godoy cuyo linage y afcendencia fue la mifma, que la de los anteceffores los Maestreas Don Pedro y Don Diego Muñiz. Efte ultimo vivia por los años de 1384 y alcanzo los reyes Don Enrique II y Don Juan Primero con quien se hallo en Afturias el año de 1383 y asistio a la concordia entre el Rey, y el Conde de Gijon Don Alonso y hay de efte Maestre otras muchas memorias.
De la Religion y Caballeria de Calatrava fue el quarto maestre Don Nuño Perez de Quiñones, llamado de Aviles por haver vivido en aquella villa de Asturias; efte exiftia por los años de 1189 y fue Alferez Mayor de El emperador Don Alonso el VII.
El Maestre vigefimo primero de efta Religion fue Don Pedro Muñiz de Godoy, el que defpues fue Maestre de la religion de Santiago y el trigefimo segundo de ellos.”
“Nobleza D. Gonzalo Muñíz descendiente del tronco Real de los reyes de Asturias, casó con Munia Domna, a quien hacen hija del Rey Don Bermudo II, y de los dos fue hijo Don Moniño Viegas, llamado el Gafco, por haver eftado en Gafcuña: este casó con Doña Valido Trocofendes, hija de Don Trocofendo Guedas y los dos tuvieron a Don Egas Muñiz el Viejo, cuya muger fue Doña Tuda Herminguez; los padres de efta señora fueron Don Hermigio Alboazar, y Doña Dordia Offorez, y Don Hermigio fue hijo de el infante Don Alboazar Ramirez, y de fu muger Doña Elena Godinez, que tuvo por padre a Don Godiño de las Asturias; y de el Infante Don Alboazar lo fue el Rey Don Ramiro II; de Don Egas Muñiz, y Doña Toda Herminguez fue hijo Don Hermigio Viegas, el qual fue el padre de Don Moniño Herminguez, quien, cafando con Doña Miñana, Ayo y mayordomo de el Rey Don Alonso Herminguez de Postugal, de los mas celebrados Heroes de fu figlo, y a quien el Conde Don Pedro llama el Honrado y bienaventurado Cavallero.
Caso Don Egas Muñiz de primero matrimonio con Doña Mayor Paez de Silva, hija de Don Pelayo Gutierrez de Silva, Adelantado de Portugal, y de fu muger Doña Sancha Anez de Montor; y de segundo matrimonio caso con Doña Therefa Alonfo de Afturias, hijo de el Conde Don Alonfo de Afturias, nieta de Don Bermudo Ordoñez y viznieta de los Infantes Don Ordoño, y Doña Fronilda Pelaez.
De dos tan ilustres matrimonios tuvo Don Egas Muñiz diferentes hijos, descendiendo de ellos los Coellos de Portugal, y otros ilustres familias de aquel Reyno, y en Castilla los Condes de Luque, y otros muchos, haviendofe pafado a vivir a efte Reyno por los motivos que exprefan las Historias . Entre los demas ascendientes de Don Egas, Nuño Fernandez que caso con Doña Elvira Tafur; y estos dos fueron los padres de el maestre de Santiago Don Pedro Muñiz, y de eftos mifmof defcendio Doña Eufrafia Muñiz, señora de la casa de Olloniego en Afturias, la que cafo con Suero de Nava.
El Maestre Don Pedro fue cafado con Doña Maria de Figueroa, y de los dos defcendieron los de apellido de Muñiz Godoy, y los de Aguayo, señores de Villaverde, y los de Galapagares, y otro mucha nobleza, que tienen comun origen en los de los señores de la cafa de Olloniego.
El Maestre vigefimo de la misma Religion y que fucedio a Don Juan Offorez por los años de 1306, reynando Don Fernando IV, fue Don Diego Muñiz; efte fue de la mifma Cafa, y Familia, que fu anteceffor Don Pedro Muñiz por la linea materna, y por la paterna defendia de la familia de Guzman.
El Maestre Trigefimo de la mifma Religion de Santiago fue Don Fernando Offorez, el cual afimifmo de la familia, que su antefefor Don Juan Offorez.
El Maestre Trigefiniprimero de la orden de Santiago fue Don Pedro Muñiz de Godoy cuyo linage y afcendencia fue la mifma, que la de los anteceffores los Maestreas Don Pedro y Don Diego Muñiz. Efte ultimo vivia por los años de 1384 y alcanzo los reyes Don Enrique II y Don Juan Primero con quien se hallo en Afturias el año de 1383 y asistio a la concordia entre el Rey, y el Conde de Gijon Don Alonso y hay de efte Maestre otras muchas memorias.
De la Religion y Caballeria de Calatrava fue el quarto maestre Don Nuño Perez de Quiñones, llamado de Aviles por haver vivido en aquella villa de Asturias; efte exiftia por los años de 1189 y fue Alferez Mayor de El emperador Don Alonso el VII.
El Maestre vigefimo primero de efta Religion fue Don Pedro Muñiz de Godoy, el que defpues fue Maestre de la religion de Santiago y el trigefimo segundo de ellos.”
LAS ARMAS DE LOS MUÑÍZ.
Son varios los escudos de armas que podemos encontrar en la estirpe Muñiz y que corresponden a otros tantos linajes.
De la obra: “Heráldica Asturiana” de Ciriaco Miguel Vigil. Oviedo 1892, que se encuentra en el CSIC. Sig.- 112570, extraemos:
Según relaciona Tirso de Aviles, los Muñiz de Carreño llevan “ Escudo de plata y un águila imperial esployada de sable; la orla de sinople cargada de siete aspas de San Andrés, de oro”.
Los de San Martín de Valledor, “pintan un castillo acompañado de un tejo en el flanco diestro, una flor de lis en el siniestro, y encima una estrella; delante del castillo un caballero ginete hincando la lanza en la boca de un oso que esta asido por dos lebreles; detrás algunos Monteros, y una Caldera a un lado (Armas que también traen los de Valledor de Allande).
El Emperador Carlos I concedió a D. Francisco Muñiz, conquistador de Indias, por privilegio otorgado el 8 de Diciembre de 1.535 las siguientes Armas: Cortado, 1º de azur, una estrella de oro; medio partido de los mismo, otra estrella de oro; y 2º de sinople, una torre de plata. Bordura de gules con ocho flores de lis de oro."
De la obra: “Heráldica Asturiana” de Ciriaco Miguel Vigil. Oviedo 1892, que se encuentra en el CSIC. Sig.- 112570, extraemos:
Según relaciona Tirso de Aviles, los Muñiz de Carreño llevan “ Escudo de plata y un águila imperial esployada de sable; la orla de sinople cargada de siete aspas de San Andrés, de oro”.
Los de San Martín de Valledor, “pintan un castillo acompañado de un tejo en el flanco diestro, una flor de lis en el siniestro, y encima una estrella; delante del castillo un caballero ginete hincando la lanza en la boca de un oso que esta asido por dos lebreles; detrás algunos Monteros, y una Caldera a un lado (Armas que también traen los de Valledor de Allande).
El Emperador Carlos I concedió a D. Francisco Muñiz, conquistador de Indias, por privilegio otorgado el 8 de Diciembre de 1.535 las siguientes Armas: Cortado, 1º de azur, una estrella de oro; medio partido de los mismo, otra estrella de oro; y 2º de sinople, una torre de plata. Bordura de gules con ocho flores de lis de oro."
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