La Prensa Moderada del siglo XIX y el patrocinio del Duque
Asturquin
Con el fin de contrarrestar al Eco del Comercio, con su máximo exponente Fermín Caballero, que combatía a los gobiernos del Estatuto y a El Patriota, periódico de Mendizábal, ambos defensores de la política del gobierno Calatrava, surgió el 1 de agosto de 1837, La España, dirigido por Joaquín F. Pacheco.
Donoso Cortés, concluidas las lecciones que impartía en el Ateneo de Madrid sobre derecho político, estimó la necesidad de defender sus ideas en la prensa escrita, en contra de las progresistas, y pensó lanzar un periódico, que llevaría por cabecera: El Porvenir. Saldría a la calle el 1 de mayo de1837, siendo él su Director, redactor principal, y su contenido fue principalmente doctrinal. Su propósito el de enseñar, a este respecto el ministerial, El Eco del Comercio señalaba de forma irónica, que “ni los ministros, ni la representación nacional han comprendido su misión. Todos tirios y troyanos, andan a ciegas en este laberinto en que vivimos, y necesitan absolutamente de la sapientísima antorcha del director de El Porvenir si quieren conocer alguna vez a que han venido al mundo”, era tanto como decir que la prensa gubernamental no servía a la libertad. El redactor editor responsable González Llanos, cofundadores Juan Bravo Murillo y Dionisio Alcalá Galiano. Dejó de publicarse el 6 de septiembre de 1837, que se refunde en La España.
Cabe preguntarse qu fue lo que verdaderamente impulsó políticamente a Donoso a embarcarse tan abiertamente y con tanta fuerza, en una empresa como la de El Porvenir, contra el gobierno Calatrava, al que de alguna manera contribuyó a derribar, provocando las circunstancias favorables para que el partido del orden, el suyo, lo remplazara.
Para Federico Suárez es algo que no podemos saber, “pero dos datos pueden quizás ser significativos, a la vez que muestran lo mucho que desconocemos todavía acerca de los motivos que hay detrás de determinadas actuaciones.” Estas circunstancias son señala Federico, el final de las lecciones de Derecho político que impartía en el Ateneo, “por los graves riesgos y temores, justísimos, que le obligaron a suspenderlas” , y el prescribir El Porvenir, al declararlo cesante por reforma, en la nueva distribución de los asuntos administrativos y públicos.
Había otros asuntos de orden sentimental y económicos, a analizar. Sentimentales hacia la Corona y concretamente hacia María Cristina, por la que sentía verdadera devoción, al tratar de salvarla supuestamente del desprestigio en que se hallaba desde los sucesos de la Granja, “pues al fin y al cabo había sido ella la que había elevado de nuevo a los hombres del 12”. Económicos puesto que sin lugar dudas, Donoso no tendría por menor que tener con Fernando Muñoz, el Duque de Riánsares un profundo agradecimiento, a tenor de las distintas ocasiones en que recibió de su bolsillo, cantidades nada desdeñables para montar alguno de sus negocios. Era sin duda desde el primer momento una relación de compenetración y amistad, en donde se mezclaban intereses políticos, económicos y sociales, con la Corona.
En el Balance general económico del Duque a finales de 1844, Donoso Cortés figura con un activo a favor de Muñoz de cerca de 100.000 francos.
“Por el presente documento privado que quien tenga toda la fuerza legal que el derecho requiere, declaro yo, D. Juan Donoso Cortés, residente en esta ciudad, haber recivido en este día de la fecha del Sr.D. Agustín Sánchez, la suma de treinta y un mil seiscientos setenta y cinco francos y setenta y ocho céntimos, para invertirla por mi cuenta en una empresa de imprenta y librería que se va a formar entre D. Francisco de Cárdenas, D. Alejandro Llorente y yo.
Y siéndome necesaria en Madrid otra cantidad de ciento veinte mil reales vellón para el mismo aspecto, he rogado la mismo Sr. Sánchez me la proporcione y habiendo accedido a ello hemos convenido en lo siguiente:
El Sr. D. Agustín Sánchez entregará al Sr. Donoso Cortés en la Villa Y Corte de Madrid los cinto veinte mil reales que aún necesita para la empresa en la época que se lelas reclame, dando aviso con quince días de anticipación.
Y el Sr. Donoso Cortés por su parte se obliga con todos los bienes, derechos y acciones habidas y por haber a devolver al S.. Sánchez, tanto los Treinta y un mil seiscientos setenta y cinco fr. Setenta y ocho cets. Que ha recivido, como los ciento veinte mil reales v. que ha de percivir en Madrid a manera que la empresa de imprenta y librería vaya produciendo resultados favorables de interes, y si lo que no es de esperar esta empresa no diere lo necesario para reintegrar ambas cantidades antes que el Sr. Donoso publique la obra que está escribiendo de la Historia política de la regencia de la Reyna Dª María Cristina de Borbón, se obliga a integrar con los productos de esta obra aquellas cantidades y los réditos de un 6% anuales que ha de gozar toda la cantidad prestada.
La condición previa entre ambas partes que tanto los veinte mil reales que ha de percibir el Sr. Donoso en Madrid, como el reintegro de capital e intereses que este ha de hacer la Sr. Sánchez, se lo ha de efectuar en moneda metálica corriente o billetes de los respectivos bancos de Francia y España, con exclusión de todo otro papel moneda, o pago de otra naturaleza.
Y a la consideración de todo lo pactado se obligan con sus rentas y bienes y quieren y consienten se les obligue a su cumplimiento.
París a once de marzo de 1843. Fdo: Agustín Sánchez. Juan Donoso Cortés.”
En julio de 1837, El Porvenir publicaba un artículo sobre la posibilidad de que un agente con dinero se dirigiera a Cataluña con el fin de promover escisiones entre los jefes del ejercito, dentro de un movimiento del que era imposible que el gobierno no estuviese informado. Esto motivo que el Ministerio exigiera que se diera el nombre de la fuente, a lo que El Porvenir se negó alegando la vigencia de la Ley de Imprenta, por lo que fueron puestos en prisión Isidro Sánchez Cano, que había firmado el artículo cuando se lo presentaron en la redacción, Juan Antonio Rodríguez, responsable del periódico que había sustituido a González Llanos en Junio, Agustín Pacheco, encargado de la correspondencia y a J. Bravo Murillo.
Agustín Pacheco era hermano, precisamente, de Joaquín Francisco Pacheco, director de La España, que insertaría el 3 de agosto de 1837 una carta de protesta ante estos hechos firmada por le director de El Porvenir, Donoso Cortés, comentando el hecho, en parte porque también era un periódico moderado y “todo lo que fuera combatir a los progresistas entraba dentro de su actitud habitual.”
El día 15 de agosto, La España publicaba la separación, por parte de la Reina, del ministerio Calatrava, y el 17 presentó la dimisión. Donoso se despedía de los lectores de El Porvenir, al tiempo que informaba que seguiría las mismas doctrinas de siempre como era la libertad, la monarquía y la garantía del orden, aunque el periódico desapareció a los quince días de su despedida, para refundarse, el 6 de septiembre de 1837, en La España periódico que publicó su primer número el 1 de julio de 1837 y en su primera etapa llegó hasta febrero de 1839.
Luis José Sartorius, había pasado a El Porvenir, desde La Verdad, periódico, que a tenor del “conjunto de particularidades que había entre ellos, permiten afirmar una íntima relación” entre ellos, “no debería llamar la atención que Bravo Murillo y Donoso, estuvieran dos años después, en 1839 al frente de El Piloto, el primero como director económico y el segundo como director político, [..] declaraba estar dedicado a los enemigos de la verdad” ; estuvo escásamente dos meses en la calle.
En la fundación de El Piloto, se establecieron una serie de condiciones, que tenían el sello indudable del Duque de Riánsares, cabe destacar que la condición segunda en la que se estipulaba que había de comenzar el 1 de marzo de 1839 y la onceava, según la cual “la parte política y doctrinal del periódico debía estar a cargo del director político, que es el señor D.Juan Donoso”. El Prospecto del periódico se publicó en febrero de ese mismo año, firmado por Donosos Cortés, siendo evidente la intencionalidad, entre los dos periódicos: El Porvenir y El Piloto.
Años después reaparece La España, bajo el patrocinio del Duque de Riánsares; Isabel Burdiel así lo cita expresamente al referirse a la correspondencia, en 1851, del duque con Pedro Egaña: “de hecho, Riánsares se vio obligado, a instancias de Bravo Murillo, a enviar indicaciones a uno de sus colaboradores más estrechos, Pedro Egaña, director de La España que era propiedad del duque”. Otros periódicos moderados se publicaron bajo la influencia de Fernando Muñoz: El Heraldo y El Sol. En una carta fechada el 13 de mayo de 1842, de Ríos Rosas a Donoso Cortés, como hombre de confianza de Fernando Muñoz – el amigo- como aparece en las cartas, que “no era prudente que sonara el nombre del marido de María Cristina”. La operación que se llevó a cabo y que fue el objeto de la correspondencia mantenida entre aquellos, no era otra que la compra de El Correo Nacional, arruinado por las deudas en aquellos momentos y sustituirlo por El Heraldo y la fundación del nuevo periódico El Sol.
Ante la posibilidad de que el partido moderado pudiera quedarse sin periódico, que era el caso del El Correo Nacional, se decidió, según Ríos Rosas, dejarle morir y sacar otro. No hay una versión muy clara de quien surgió la idea de sustituir EL Correo por El Heraldo, sin embargo hay muchas posibilidades de que partiera de Luis Sartorius, a la sazón uno de los redactores y a quien Borrego que era su director había dejado como director accidental, después de partir hacia París. “Sartorius estaba en contacto con Donoso Cortes y el duque de Riánsares que manipulaban desde París la operación y las intrigas contra Espartero” , no es por tanto aventurado pensar que una vez en la capital francesa, Borrego, diera su consentimiento para cerrar el periódico, después de entrevistarse con Muñoz.
Los artículos de Sartorius del Correo Nacional y del Heraldo sostuvieron la lucha con la regencia de Espartero y “en aquella época valió con su periódico tanto como un ejército, y aún más, pudiéndose asegurar que él fue el alma de aquel movimiento con una fe, una constancia y una actividad que sus mejores amigos calificaban de fanatismo [..] aquella lucha fue admirable; el valeroso periodista dirigió sus baterías a la cabeza del partido progresista[..]defendió sus ideas y su partido por todos los medios imaginables”
El Duque de Riánsares fue quien facilitó los fondos, llevándose a cargo la operación de la fundación de EL Heraldo bajo la dirección de Donoso Cortés, sobre las base de que ”tenía que aparecer a los ojos de todos como dueño del periódico, pues ni María Cristina, ni su marido debían aparecer para nada [..] de hecho, en toda la correspondencia sobre este tema, jamás se les designa por sus nombres” ,
En una carta de 29 de octubre, Sartorius escribe a Donoso, sobre aspectos referentes a la propiedad el periódico fundado, aludiendo a “cierta persona diera dinero para un periódico, con ánimo de lucro siendo su propietario”. Esta persona no era otro que Fernando Muñoz y que según Súarez, “estaba detrás de todo y detrás de Donoso, era cosa sabida por Ríos Rosas, Pastor y Tesara y por supuesto por San Luis.”
Donoso Cortés sería el fundador del periódico El Sol, preocupado por no dejar en la calle, a Ríos a Pastor Díaz y a Gabriel G. Tesara, no sin antes consultar con su amigo y mecenas Fernando Muñoz, que le daría su conformidad y le facilitaría los recursos económicos necesarios. Escasamente duró la publicación seis meses y según Federico Suárez, seria origen de “roces e incomprensiones que minaron la amistad entre ellos.”
FIN
BIBLIOGRAFÍA
DONOSO CORTÉS, JUAN. Artículos políticos en “El Porvenir”. Introducción de Federíco Suárez. EUNSA. Biblioteca UNED.
Asturquin
Con el fin de contrarrestar al Eco del Comercio, con su máximo exponente Fermín Caballero, que combatía a los gobiernos del Estatuto y a El Patriota, periódico de Mendizábal, ambos defensores de la política del gobierno Calatrava, surgió el 1 de agosto de 1837, La España, dirigido por Joaquín F. Pacheco.
Donoso Cortés, concluidas las lecciones que impartía en el Ateneo de Madrid sobre derecho político, estimó la necesidad de defender sus ideas en la prensa escrita, en contra de las progresistas, y pensó lanzar un periódico, que llevaría por cabecera: El Porvenir. Saldría a la calle el 1 de mayo de1837, siendo él su Director, redactor principal, y su contenido fue principalmente doctrinal. Su propósito el de enseñar, a este respecto el ministerial, El Eco del Comercio señalaba de forma irónica, que “ni los ministros, ni la representación nacional han comprendido su misión. Todos tirios y troyanos, andan a ciegas en este laberinto en que vivimos, y necesitan absolutamente de la sapientísima antorcha del director de El Porvenir si quieren conocer alguna vez a que han venido al mundo”, era tanto como decir que la prensa gubernamental no servía a la libertad. El redactor editor responsable González Llanos, cofundadores Juan Bravo Murillo y Dionisio Alcalá Galiano. Dejó de publicarse el 6 de septiembre de 1837, que se refunde en La España.
Cabe preguntarse qu fue lo que verdaderamente impulsó políticamente a Donoso a embarcarse tan abiertamente y con tanta fuerza, en una empresa como la de El Porvenir, contra el gobierno Calatrava, al que de alguna manera contribuyó a derribar, provocando las circunstancias favorables para que el partido del orden, el suyo, lo remplazara.
Para Federico Suárez es algo que no podemos saber, “pero dos datos pueden quizás ser significativos, a la vez que muestran lo mucho que desconocemos todavía acerca de los motivos que hay detrás de determinadas actuaciones.” Estas circunstancias son señala Federico, el final de las lecciones de Derecho político que impartía en el Ateneo, “por los graves riesgos y temores, justísimos, que le obligaron a suspenderlas” , y el prescribir El Porvenir, al declararlo cesante por reforma, en la nueva distribución de los asuntos administrativos y públicos.
Había otros asuntos de orden sentimental y económicos, a analizar. Sentimentales hacia la Corona y concretamente hacia María Cristina, por la que sentía verdadera devoción, al tratar de salvarla supuestamente del desprestigio en que se hallaba desde los sucesos de la Granja, “pues al fin y al cabo había sido ella la que había elevado de nuevo a los hombres del 12”. Económicos puesto que sin lugar dudas, Donoso no tendría por menor que tener con Fernando Muñoz, el Duque de Riánsares un profundo agradecimiento, a tenor de las distintas ocasiones en que recibió de su bolsillo, cantidades nada desdeñables para montar alguno de sus negocios. Era sin duda desde el primer momento una relación de compenetración y amistad, en donde se mezclaban intereses políticos, económicos y sociales, con la Corona.
En el Balance general económico del Duque a finales de 1844, Donoso Cortés figura con un activo a favor de Muñoz de cerca de 100.000 francos.
“Por el presente documento privado que quien tenga toda la fuerza legal que el derecho requiere, declaro yo, D. Juan Donoso Cortés, residente en esta ciudad, haber recivido en este día de la fecha del Sr.D. Agustín Sánchez, la suma de treinta y un mil seiscientos setenta y cinco francos y setenta y ocho céntimos, para invertirla por mi cuenta en una empresa de imprenta y librería que se va a formar entre D. Francisco de Cárdenas, D. Alejandro Llorente y yo.
Y siéndome necesaria en Madrid otra cantidad de ciento veinte mil reales vellón para el mismo aspecto, he rogado la mismo Sr. Sánchez me la proporcione y habiendo accedido a ello hemos convenido en lo siguiente:
El Sr. D. Agustín Sánchez entregará al Sr. Donoso Cortés en la Villa Y Corte de Madrid los cinto veinte mil reales que aún necesita para la empresa en la época que se lelas reclame, dando aviso con quince días de anticipación.
Y el Sr. Donoso Cortés por su parte se obliga con todos los bienes, derechos y acciones habidas y por haber a devolver al S.. Sánchez, tanto los Treinta y un mil seiscientos setenta y cinco fr. Setenta y ocho cets. Que ha recivido, como los ciento veinte mil reales v. que ha de percivir en Madrid a manera que la empresa de imprenta y librería vaya produciendo resultados favorables de interes, y si lo que no es de esperar esta empresa no diere lo necesario para reintegrar ambas cantidades antes que el Sr. Donoso publique la obra que está escribiendo de la Historia política de la regencia de la Reyna Dª María Cristina de Borbón, se obliga a integrar con los productos de esta obra aquellas cantidades y los réditos de un 6% anuales que ha de gozar toda la cantidad prestada.
La condición previa entre ambas partes que tanto los veinte mil reales que ha de percibir el Sr. Donoso en Madrid, como el reintegro de capital e intereses que este ha de hacer la Sr. Sánchez, se lo ha de efectuar en moneda metálica corriente o billetes de los respectivos bancos de Francia y España, con exclusión de todo otro papel moneda, o pago de otra naturaleza.
Y a la consideración de todo lo pactado se obligan con sus rentas y bienes y quieren y consienten se les obligue a su cumplimiento.
París a once de marzo de 1843. Fdo: Agustín Sánchez. Juan Donoso Cortés.”
En julio de 1837, El Porvenir publicaba un artículo sobre la posibilidad de que un agente con dinero se dirigiera a Cataluña con el fin de promover escisiones entre los jefes del ejercito, dentro de un movimiento del que era imposible que el gobierno no estuviese informado. Esto motivo que el Ministerio exigiera que se diera el nombre de la fuente, a lo que El Porvenir se negó alegando la vigencia de la Ley de Imprenta, por lo que fueron puestos en prisión Isidro Sánchez Cano, que había firmado el artículo cuando se lo presentaron en la redacción, Juan Antonio Rodríguez, responsable del periódico que había sustituido a González Llanos en Junio, Agustín Pacheco, encargado de la correspondencia y a J. Bravo Murillo.
Agustín Pacheco era hermano, precisamente, de Joaquín Francisco Pacheco, director de La España, que insertaría el 3 de agosto de 1837 una carta de protesta ante estos hechos firmada por le director de El Porvenir, Donoso Cortés, comentando el hecho, en parte porque también era un periódico moderado y “todo lo que fuera combatir a los progresistas entraba dentro de su actitud habitual.”
El día 15 de agosto, La España publicaba la separación, por parte de la Reina, del ministerio Calatrava, y el 17 presentó la dimisión. Donoso se despedía de los lectores de El Porvenir, al tiempo que informaba que seguiría las mismas doctrinas de siempre como era la libertad, la monarquía y la garantía del orden, aunque el periódico desapareció a los quince días de su despedida, para refundarse, el 6 de septiembre de 1837, en La España periódico que publicó su primer número el 1 de julio de 1837 y en su primera etapa llegó hasta febrero de 1839.
Luis José Sartorius, había pasado a El Porvenir, desde La Verdad, periódico, que a tenor del “conjunto de particularidades que había entre ellos, permiten afirmar una íntima relación” entre ellos, “no debería llamar la atención que Bravo Murillo y Donoso, estuvieran dos años después, en 1839 al frente de El Piloto, el primero como director económico y el segundo como director político, [..] declaraba estar dedicado a los enemigos de la verdad” ; estuvo escásamente dos meses en la calle.
En la fundación de El Piloto, se establecieron una serie de condiciones, que tenían el sello indudable del Duque de Riánsares, cabe destacar que la condición segunda en la que se estipulaba que había de comenzar el 1 de marzo de 1839 y la onceava, según la cual “la parte política y doctrinal del periódico debía estar a cargo del director político, que es el señor D.Juan Donoso”. El Prospecto del periódico se publicó en febrero de ese mismo año, firmado por Donosos Cortés, siendo evidente la intencionalidad, entre los dos periódicos: El Porvenir y El Piloto.
Años después reaparece La España, bajo el patrocinio del Duque de Riánsares; Isabel Burdiel así lo cita expresamente al referirse a la correspondencia, en 1851, del duque con Pedro Egaña: “de hecho, Riánsares se vio obligado, a instancias de Bravo Murillo, a enviar indicaciones a uno de sus colaboradores más estrechos, Pedro Egaña, director de La España que era propiedad del duque”. Otros periódicos moderados se publicaron bajo la influencia de Fernando Muñoz: El Heraldo y El Sol. En una carta fechada el 13 de mayo de 1842, de Ríos Rosas a Donoso Cortés, como hombre de confianza de Fernando Muñoz – el amigo- como aparece en las cartas, que “no era prudente que sonara el nombre del marido de María Cristina”. La operación que se llevó a cabo y que fue el objeto de la correspondencia mantenida entre aquellos, no era otra que la compra de El Correo Nacional, arruinado por las deudas en aquellos momentos y sustituirlo por El Heraldo y la fundación del nuevo periódico El Sol.
Ante la posibilidad de que el partido moderado pudiera quedarse sin periódico, que era el caso del El Correo Nacional, se decidió, según Ríos Rosas, dejarle morir y sacar otro. No hay una versión muy clara de quien surgió la idea de sustituir EL Correo por El Heraldo, sin embargo hay muchas posibilidades de que partiera de Luis Sartorius, a la sazón uno de los redactores y a quien Borrego que era su director había dejado como director accidental, después de partir hacia París. “Sartorius estaba en contacto con Donoso Cortes y el duque de Riánsares que manipulaban desde París la operación y las intrigas contra Espartero” , no es por tanto aventurado pensar que una vez en la capital francesa, Borrego, diera su consentimiento para cerrar el periódico, después de entrevistarse con Muñoz.
Los artículos de Sartorius del Correo Nacional y del Heraldo sostuvieron la lucha con la regencia de Espartero y “en aquella época valió con su periódico tanto como un ejército, y aún más, pudiéndose asegurar que él fue el alma de aquel movimiento con una fe, una constancia y una actividad que sus mejores amigos calificaban de fanatismo [..] aquella lucha fue admirable; el valeroso periodista dirigió sus baterías a la cabeza del partido progresista[..]defendió sus ideas y su partido por todos los medios imaginables”
El Duque de Riánsares fue quien facilitó los fondos, llevándose a cargo la operación de la fundación de EL Heraldo bajo la dirección de Donoso Cortés, sobre las base de que ”tenía que aparecer a los ojos de todos como dueño del periódico, pues ni María Cristina, ni su marido debían aparecer para nada [..] de hecho, en toda la correspondencia sobre este tema, jamás se les designa por sus nombres” ,
En una carta de 29 de octubre, Sartorius escribe a Donoso, sobre aspectos referentes a la propiedad el periódico fundado, aludiendo a “cierta persona diera dinero para un periódico, con ánimo de lucro siendo su propietario”. Esta persona no era otro que Fernando Muñoz y que según Súarez, “estaba detrás de todo y detrás de Donoso, era cosa sabida por Ríos Rosas, Pastor y Tesara y por supuesto por San Luis.”
Donoso Cortés sería el fundador del periódico El Sol, preocupado por no dejar en la calle, a Ríos a Pastor Díaz y a Gabriel G. Tesara, no sin antes consultar con su amigo y mecenas Fernando Muñoz, que le daría su conformidad y le facilitaría los recursos económicos necesarios. Escasamente duró la publicación seis meses y según Federico Suárez, seria origen de “roces e incomprensiones que minaron la amistad entre ellos.”
FIN
BIBLIOGRAFÍA
DONOSO CORTÉS, JUAN. Artículos políticos en “El Porvenir”. Introducción de Federíco Suárez. EUNSA. Biblioteca UNED.
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