Asturquín
En el año 1924 el refugio prehistórico “Els Cavalls” en el término de Tirig, (Castellón) fue declarado Monumento Histórico Artístico, de ahí mi interés en observar in situ las pinturas rupestres que en uno de sus refugios se encontraban.
Para llegar hasta allí, desde Tiring hay que seguir por la carretera en dirección a Albocacer, hasta llegar a un cruce distante un kilómetro y medio, desde él se recorre un kilómetro hasta tomar el camino que lleva la valle propiamente dicho de Valtorta. Hay que dejar el vehículo y a pie llegar después de diez minutos a la entrada de la grieta o refugio.
La gran grieta que se abre al valle del Valtorta es impresionante, según íbamos bajando por su interior las paredes verticales a un lado y a otro iban descubriendo el valor que en su momento tuvieron para aquellos hombres del neolítico, cazadores que utilizaron este lugar como habitación, al menos durante los periodos de caza. Se puede apreciar en sus paredes los trabajos realizados para sostener los apoyos del ramaje que les servía de techo, al menos esa fue una de las conclusiones a la que llegué, al observar el perfecto paralelismo que existía entre una grieta natural de una de las paredes y la hendidura hecha en la otra.
Sin embargo lo que me llevaba hasta allí eran las pinturas rupestres que realizaron aquellos hombres, aprovechando un pequeño abrigo que se encontraba en las inmediaciones del gran ventanal de la amplia grieta que se abría, a media pared, sobre le valle.
Estuve un buen rato observando aquella maravilla del arte rupestre del levante español. Bien es verdad que ya el vandalismo había hecho su efecto y varias estaban destrozadas al levantarlas para llevárselas de recuerdo. ¡Lastima!
Figuras de arqueros en distintas posiciones, escenas de caza. Otra se aprecia un arquero momentos antes de disparar la flecha contra alguno de los venados. La galería de fotos son los recuerdos de aquella calurosa visita realizada en Julio de 1990.
En el año 1924 el refugio prehistórico “Els Cavalls” en el término de Tirig, (Castellón) fue declarado Monumento Histórico Artístico, de ahí mi interés en observar in situ las pinturas rupestres que en uno de sus refugios se encontraban.
Para llegar hasta allí, desde Tiring hay que seguir por la carretera en dirección a Albocacer, hasta llegar a un cruce distante un kilómetro y medio, desde él se recorre un kilómetro hasta tomar el camino que lleva la valle propiamente dicho de Valtorta. Hay que dejar el vehículo y a pie llegar después de diez minutos a la entrada de la grieta o refugio.
La gran grieta que se abre al valle del Valtorta es impresionante, según íbamos bajando por su interior las paredes verticales a un lado y a otro iban descubriendo el valor que en su momento tuvieron para aquellos hombres del neolítico, cazadores que utilizaron este lugar como habitación, al menos durante los periodos de caza. Se puede apreciar en sus paredes los trabajos realizados para sostener los apoyos del ramaje que les servía de techo, al menos esa fue una de las conclusiones a la que llegué, al observar el perfecto paralelismo que existía entre una grieta natural de una de las paredes y la hendidura hecha en la otra.
Sin embargo lo que me llevaba hasta allí eran las pinturas rupestres que realizaron aquellos hombres, aprovechando un pequeño abrigo que se encontraba en las inmediaciones del gran ventanal de la amplia grieta que se abría, a media pared, sobre le valle.
Estuve un buen rato observando aquella maravilla del arte rupestre del levante español. Bien es verdad que ya el vandalismo había hecho su efecto y varias estaban destrozadas al levantarlas para llevárselas de recuerdo. ¡Lastima!
Figuras de arqueros en distintas posiciones, escenas de caza. Otra se aprecia un arquero momentos antes de disparar la flecha contra alguno de los venados. La galería de fotos son los recuerdos de aquella calurosa visita realizada en Julio de 1990.
1 comment:
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