MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE VALLDIGNA
Reportaje fotográfico
Hace ya veinte años visité el Monasterio, era un día caluroso, aún no estaban reguladas las visitas tuve que acercarme hasta la casa del guarda que accedió a abrir las puertas del cenobio, previo pago de una cantidad que pagué religiosamente con antelación.
Se limitó a acompañarnos durante todo el recorrido por aquellas ruinas, no dando ninguna explicación; eran evidentes sus escasos conocimientos sobre la historia del monasterio, aún así le agradecí el gesto.
Yo había cumplido el objetivo que me había llevado hasta allí, admirar la obra que habían dejado los monjes cistercienses, albergando la esperanza de que llegaría un día en que aquellas pinturas y aquellas edificaciones se pudieran restaurar para uso y disfrute de todos aquellos que sentíamos la admiración por las obras antiguas, una circunstancia que la Generalitat de Valencia está llevando actualmente.
Me llamó la atención la grandiosidad del conjunto, a pesar del paso del tiempo, pues el monasterio se había fundado por Jaime II de Aragón allá por el año de 1928, si bien es verdad es que los edificios cuyas ruinas hoy se contemplan, como el templo y la capilla de la Virgen de Gracia, se levantaron después del terremoto de 1644, durante los siglos XVII y XVIII.
Con motivo de la desamortización de Mendizábal, los monjes fueron exclaustrados; vendido a particulares el monasterio cisterciense se convirtió en una explotación agropecuaria y se derribaron muchas de las edificaciones.
Pasé, en compañía de mi mujer largo rato visitándolo. De aquel día guardo las fotografías que realicé y son las que ahora expongo para el disfrute de aquellos que lo deseen, como documento gráfico de hace una veintena de años.
Vista de la puerta principal al recinto amurallado, se trata de la Puerta Real con las dos torres que la flaquean, coronadas con festones.
Fachada de la capilla de La Virgen de Gracia, de principios del siglo XVIII. En el dosel, en mármol se aprecia el escudo de la Valldigna.
Vista interior del atrio una vez traspasada la Puerta Real, al fondo. Se aprecia parte de la bóveda de crucería que como elemento original se conserva en perfecto estado.
Ya intramuros, después de pasado el atrio, se recorría un camino flanqueado de naranjos presentes en todo el recinto.
La iglesia es de planta de cruz latina, de una sola nave. En el crucero una cúpula apuntada con tambor sobre pechinas.
La torre campanario destaca sobre el conjunto, construída en 1657, compuesta de tres cuerpos, el primero del siglo XV, el siguiente donde se encuentra el campanario y el último en forma de templete de época barroca.
Ornamentación profusa a base de pinturas churriguerescas.
Ruinas del palacio del Abad. Muestra la instantánea los arcos escarzanos que sostenían el seobreclaustro.
Lugar del refectorio. Al fondo flaqueada por dos puertas laterales, la entrada a la sala capitular.
Acceso al refectorio y detalle de arranque de uno de los arcos, realizados en sillería, que sostenían la bóveda de crucería que lo cubría.
Vista de la muralla que rodea el recinto del Monasterio, desde el interior.
Hoy esta en proceso de restauración y se puede visitar. FIN
Reportaje fotográfico
Hace ya veinte años visité el Monasterio, era un día caluroso, aún no estaban reguladas las visitas tuve que acercarme hasta la casa del guarda que accedió a abrir las puertas del cenobio, previo pago de una cantidad que pagué religiosamente con antelación.
Se limitó a acompañarnos durante todo el recorrido por aquellas ruinas, no dando ninguna explicación; eran evidentes sus escasos conocimientos sobre la historia del monasterio, aún así le agradecí el gesto.
Yo había cumplido el objetivo que me había llevado hasta allí, admirar la obra que habían dejado los monjes cistercienses, albergando la esperanza de que llegaría un día en que aquellas pinturas y aquellas edificaciones se pudieran restaurar para uso y disfrute de todos aquellos que sentíamos la admiración por las obras antiguas, una circunstancia que la Generalitat de Valencia está llevando actualmente.
Me llamó la atención la grandiosidad del conjunto, a pesar del paso del tiempo, pues el monasterio se había fundado por Jaime II de Aragón allá por el año de 1928, si bien es verdad es que los edificios cuyas ruinas hoy se contemplan, como el templo y la capilla de la Virgen de Gracia, se levantaron después del terremoto de 1644, durante los siglos XVII y XVIII.
Con motivo de la desamortización de Mendizábal, los monjes fueron exclaustrados; vendido a particulares el monasterio cisterciense se convirtió en una explotación agropecuaria y se derribaron muchas de las edificaciones.
Pasé, en compañía de mi mujer largo rato visitándolo. De aquel día guardo las fotografías que realicé y son las que ahora expongo para el disfrute de aquellos que lo deseen, como documento gráfico de hace una veintena de años.
Vista de la puerta principal al recinto amurallado, se trata de la Puerta Real con las dos torres que la flaquean, coronadas con festones.
Fachada de la capilla de La Virgen de Gracia, de principios del siglo XVIII. En el dosel, en mármol se aprecia el escudo de la Valldigna.
Vista interior del atrio una vez traspasada la Puerta Real, al fondo. Se aprecia parte de la bóveda de crucería que como elemento original se conserva en perfecto estado.
Ya intramuros, después de pasado el atrio, se recorría un camino flanqueado de naranjos presentes en todo el recinto.
La iglesia es de planta de cruz latina, de una sola nave. En el crucero una cúpula apuntada con tambor sobre pechinas.
La torre campanario destaca sobre el conjunto, construída en 1657, compuesta de tres cuerpos, el primero del siglo XV, el siguiente donde se encuentra el campanario y el último en forma de templete de época barroca.
Ornamentación profusa a base de pinturas churriguerescas.
Ruinas del palacio del Abad. Muestra la instantánea los arcos escarzanos que sostenían el seobreclaustro.
Lugar del refectorio. Al fondo flaqueada por dos puertas laterales, la entrada a la sala capitular.
Acceso al refectorio y detalle de arranque de uno de los arcos, realizados en sillería, que sostenían la bóveda de crucería que lo cubría.
Vista de la muralla que rodea el recinto del Monasterio, desde el interior.
Hoy esta en proceso de restauración y se puede visitar. FIN
1 comment:
Yutarets! kasagad bah!
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