MATRIZ DE UN SELLO CONCEJIL
Asturquín
Durante una visita a Cuéllar que hizo el marqués de Lozoya, coincidió con el descubrimiento, en un almacén de un comercio de esta localidad de la provincia de Segovia, de una matriz de bronce que bien podía haber sido para confeccionar un sello de cera o de plomo, con su correspondiente tórculo.
Las dos piezas grabadas en el hueco de la matriz constan de sendas superficies circulares, con salientes que permiten su incorporación al aparato de presión. En el anverso: un caballero con cota de malla y lóriga, tocado con un capacete cilíndrico que se adorna un lambrequín cuadriculado.
Con el brazo derecho (el izquierdo en la impresión positiva del sello) embraza una gran adarga en forma de blasón jironada en fragmentos triangulares, en que alternan los resaltados y punteados con los rehundidos y lisos. En la misma forma van jironados el pequeño pendón rectangular que empuña con la mano izquierda (la derecha en el positivo) y las amplias gualdrapas del caballo, representado en la actitud convencional de galope.
En torno, entre dos gráfilas corre la inscripción, a partir de una cruz de brazos ensanchados por los extremos, situada exactamente sobre el capacete del caballero. Se lee: EST : CAVALLERO : ES : ALFIERAZ : DE : CVELLAR :I / . VASALO : DEL REY : Una estrella señala el final.
En el anverso: Un castillo de doble recinto. Todo él mazonado a la morisca, con sendos puntos en el centro de cada uno de los sillares, y con almenas rematadas en pirámide. El recinto inferior lleva, en su parte central, un cuerpo saliente algo más elevado, con el ingreso en forma de arco geminado y sobre él un tragaluz trilobulado en su parte superior. Los muros, a ambos lados, van también rotos por puertas de arco doble y por tragaluces. Sobre el recinto superior van tres torres, más alta la central, con dos almenas cada una y abiertas por sendas ventanas. En los dos espacios comprendidos entre las torres campan bien dibujadas flores de lis y otra flor mucho más pequeña (o bien parece una pequeña cruz sobre un mástil, señala el marqués) apenas se distingue entre las dos almenas de la torre del centro. En torno y en la misma forma que en el anverso te igualmente a partir de una cruz análoga, se lee: EST : ES : EL : SEELLO : D : CONCEIO : DE : CVELLAR.
Parece que fue confeccionada esta pieza en la segunda mitad del siglo XIII, a tenor que el marqués de Lozoya justifica en su estudio, además las crónicas hablan que en Cuéllar había en esta época artífices suficientemente diestros para labrar un aparato como el que aquí se trata y acaso fuesen judíos diestros en las labores del metal los que se dedicasen a estos oficios.
Hasta 1300 se usó por parte del Concejo de Cuéllar un emblema muy diferente al que en esta matriz se representa, posiblemente en el siglo XV la corporación municipal deseó armas más expresivas y alguien propuso el caballo con su collar o collera.
Pieza interesante es el tórculo, de hierro y se compone de dos bandejillas circulares unidas por el macho de dos tornillos, a lo largo del cual corre una de ellas. Solamente se conserva uno de los torniquetes, adornado con dos elegantes volutas. Un cordón, en torno de los discos, constituye su único intento ornamental.
Este pequeño aparto se encuentra hoy en el Museo Arqueológico Nacional.
Tomado del opúsculo del Marqués de Lozoya: “Las matriz del sello concejil de Cuellar” 1943..Biblioteca Nacional: V/Cª 13837. FIN
Asturquín
Durante una visita a Cuéllar que hizo el marqués de Lozoya, coincidió con el descubrimiento, en un almacén de un comercio de esta localidad de la provincia de Segovia, de una matriz de bronce que bien podía haber sido para confeccionar un sello de cera o de plomo, con su correspondiente tórculo.
Las dos piezas grabadas en el hueco de la matriz constan de sendas superficies circulares, con salientes que permiten su incorporación al aparato de presión. En el anverso: un caballero con cota de malla y lóriga, tocado con un capacete cilíndrico que se adorna un lambrequín cuadriculado.
Con el brazo derecho (el izquierdo en la impresión positiva del sello) embraza una gran adarga en forma de blasón jironada en fragmentos triangulares, en que alternan los resaltados y punteados con los rehundidos y lisos. En la misma forma van jironados el pequeño pendón rectangular que empuña con la mano izquierda (la derecha en el positivo) y las amplias gualdrapas del caballo, representado en la actitud convencional de galope.
En torno, entre dos gráfilas corre la inscripción, a partir de una cruz de brazos ensanchados por los extremos, situada exactamente sobre el capacete del caballero. Se lee: EST : CAVALLERO : ES : ALFIERAZ : DE : CVELLAR :I / . VASALO : DEL REY : Una estrella señala el final.
En el anverso: Un castillo de doble recinto. Todo él mazonado a la morisca, con sendos puntos en el centro de cada uno de los sillares, y con almenas rematadas en pirámide. El recinto inferior lleva, en su parte central, un cuerpo saliente algo más elevado, con el ingreso en forma de arco geminado y sobre él un tragaluz trilobulado en su parte superior. Los muros, a ambos lados, van también rotos por puertas de arco doble y por tragaluces. Sobre el recinto superior van tres torres, más alta la central, con dos almenas cada una y abiertas por sendas ventanas. En los dos espacios comprendidos entre las torres campan bien dibujadas flores de lis y otra flor mucho más pequeña (o bien parece una pequeña cruz sobre un mástil, señala el marqués) apenas se distingue entre las dos almenas de la torre del centro. En torno y en la misma forma que en el anverso te igualmente a partir de una cruz análoga, se lee: EST : ES : EL : SEELLO : D : CONCEIO : DE : CVELLAR.
Parece que fue confeccionada esta pieza en la segunda mitad del siglo XIII, a tenor que el marqués de Lozoya justifica en su estudio, además las crónicas hablan que en Cuéllar había en esta época artífices suficientemente diestros para labrar un aparato como el que aquí se trata y acaso fuesen judíos diestros en las labores del metal los que se dedicasen a estos oficios.
Hasta 1300 se usó por parte del Concejo de Cuéllar un emblema muy diferente al que en esta matriz se representa, posiblemente en el siglo XV la corporación municipal deseó armas más expresivas y alguien propuso el caballo con su collar o collera.
Pieza interesante es el tórculo, de hierro y se compone de dos bandejillas circulares unidas por el macho de dos tornillos, a lo largo del cual corre una de ellas. Solamente se conserva uno de los torniquetes, adornado con dos elegantes volutas. Un cordón, en torno de los discos, constituye su único intento ornamental.
Este pequeño aparto se encuentra hoy en el Museo Arqueológico Nacional.
Tomado del opúsculo del Marqués de Lozoya: “Las matriz del sello concejil de Cuellar” 1943..Biblioteca Nacional: V/Cª 13837. FIN
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