Thursday, June 12, 2008

Auditorio de la Casa de la Cultura de Tres Cantos


Homenaje a Juan Vandrell



Hola Angelita.
Me dijeron que tenía que hablar sobre tu marido, sobre Juan, por que había escrito un libro sobre él, más que nada debido a su obra pictórica, la trayectoria de su vida y otras cosas, es más me dijeron que si podía traer un CD con sus trabajos, sin embargo nada de esto he hecho, pues quería en este momento expresarme desde el corazón y los motivos de mi admiración hacia su persona.
Verás, cuando yo conocí a Juan, que fue en una de aquellas exposiciones iniciales que se hacían en esta Casa, significó un hecho muy importante, pues comprendí, no sé por que arte de birlibirloque, que había encontrado una persona con la me sentía identificado, y a partir de aquel momento comencé a sentir por Juan verdadera admiración.
Mi mentalidad, a veces infantil, me llevó siempre a admirar a los grandes genios de las artes y de la cultura; Juan me pareció uno de ellos y más aún el hecho de que me brindara su amistad, y que solicitara mi colaboración, en la primera andadura del Grupo Literario Encuentros significó un estímulo personal que necesitaba en aquellos momentos, precisamente cuando atravesaba una etapa de mi vida en la que necesitaba persona del talante de tu marido.
Cuantas veces estuve a vuestro lado sentí verdadero orgullo de que me considerarais vuestro amigo. Las ocasiones en que tuve el privilegio de compartir mesa con él, permanecerán en mi, como permanecen los momentos en que abría las cartas de felicitación navideña con algunos de sus dibujos.
Mi agradecimiento fue mayor, si cabe, cuando me abristeis las puertas de vuestra casa y en su estudio me fue relatando los retazos de una vida familiar de entrega, reconocida por los diversos lugares que recorristeis, hasta llegar a nuestra ciudad de Tres Cantos.
No sé que más puedo decirte, en mi casa y en la de mis hijos, si Dios quiere, estará para siempre presente lo onírico de Juan, su abstracción, en definitiva su espíritu, y en mi el recuerdo de haber conocido a un hombre de bien, que me acogía en su casa con el cariño que se acoge a un hermano.
Quise en sus postreros momentos, cuando ya sentado en su sillón, rodeado de sus obras, bajo la atenta y cariñosa mirada tuya, contribuir de alguna manera e intentar apartar de su pensamiento el trance por el que estaba pasando, y aquellas ilustraciones que ya tenía olvidadas con las que iluminó aquellos Cuentos de Media Noche, vinieron a conseguir que por unos instantes, sus ojos se iluminaran y me mostrara las mejor de sus sonrisas.
Su adiós, y su mirada inteligente quedará, para siempre, impregnando mi memoria.
Gracias Juan.
Gracias Angelita.

Tres Cantos a 12 de junio de 2008

ELEGÍA A JUAN MARÍA VENDRELL

Habiendo sido hoy tú lo perdido
de este mundo de geniales figuras
muy pronto te invoco, llorado y dolorido

Soñando espacios en otros dormidos
volabas despierto desde valles reales
pintados con óleos de gnomos huidos

Las nuevas formas de expresión buscabas
poniendo en tu pincel alma y corazón,
mientras con tesón contra tus ojos luchabas.

Fueron refugio de pérdidas dolorosas
tus lienzos en brillantes colores,
como ventanas forzadas y abiertas.

No se puede, Juan tener mayor lealtad
ni demostrar, Vendrell, el mayor aprecio
de éste Grupo, amigo, que admiró tu voluntad.

Vivistes por y para lo que quisiste,
pasarán los tiempos y tu nombre perdurará,
para siempre jamás, en la mente de las gentes.

Asturquín


FIN





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