LA PUERTA DE MADRID O DE FUENCARRAL
REAL SITIO DE EL PARDO Y VIÑUELAS
Marcos Mayorga Noval


Así se reconoce en el Plano de El Pardo y Viñuelas de referencia. La Puerta de Madrid con unas coordenadas magnéticas: Latitud 40º 30´7.93´´ N. y Longitud. 3º 44´2.87´´ W., pasó desapercibida ante mis ojos en los primeros momentos por estar tapiada. En las fotos anteriores, la puerta tanto desde el exterior como desde el interior de la Quinta y detalle de la tapia próxima a ella.


Sin embargo en el plano de la Real Quinta de El Pardo que levantó S.A.R el Príncipe de Asturias Alfonso en 1925 con motivo de sus prácticas de topografía a esta puerta le da el nombre de Fuencarral. Las otras tres puertas de la Quinta según este plano eran las de Madrid, la de el Pardo y la de San Antonio que ya en esta época se encontraba tapiada.



Descubierta su ubicación exacta enseguida nos damos cuenta que fue una puerta principal de entrada y salida de la finca de la Quinta del Duque de Arco, camino de Madrid. Su anchura de tres metros permitía el paso de todo genero de carruajes, no descarto que en un tiempo existió un portillo lateral para el paso de persona.


Los pilares laterales, al contrario que en el resto de las puertas, esta está hecha de ladrillo de tejar, enfoscado que sostenían a buen seguro una verja a doble hoja de hierro forjado, aunque hay muchas posibilidades que en sus primeros tiempios la verja estuviera sustentada con dos pilares de sillares de piedra granítica, siguiendo la tónica general.
Una viga de madera completamente podrida se resiste al paso del tiempo que en unión de herrajes que la fortalecían sostuvo un dintel de ladrillo enfoscado a modo de remate de la puerta, por la parte superior.
El camino que llevaba a Madrid está en el recuerdo pues aún se le conoce como camino del Portillo.


Para comprobar la veracidad de esta puerta recorrí el camino, por donde como únicos acompañantes en aquella tarde desapacible me acompañaron algunos conejos que campaban por sus respetos en el interior de la Quinta, desde la puerta de Valderrodrigo. Al fondo de la fotografía, la puerta.


Rebasada y atravesado el arroyo de este nombre, caminé a lo largo de la tapia por dicho camino que en el mapa de referencia anuncia como de Madrid, llegaba así, en pocos minutos, a la salida tapiada entre dos hileras perfectamente definidas de olivos centenarios que enlazaba con el palacete de la Quinta. En la fotografía los arcos que dan paso a las aguas del arroyo de Valderrodrgo por debajo de la tapia de la Quinta. FIN