EL ORFEBRE PEDRO XUÁREZ DE MAYORGA
por Asturquín
En España existieron centros de orfebrería de primer orden, donde se fomentó lo que dio en llamarse el arte plateresco, en ellos se labraron preciosas cruces procesionales, llamadas así por ser sacadas de las iglesias en procesiones de signo religioso, sobre todo a partir del Copncilio de Tranto, en los años centrales del siglo XVI. A raíz de su promulgación fueron numerosas las tallas que salieron de los talleres. La obra de los orfebres, en el siglo XVI, era muy solicitada, por la nobleza y por la Iglesia.
El arte de la platería se volcaba en obras de temas religiosos, aprovechando el tirón que se ofrecía en oro y plata de América. Las iglesias coloniales dejaban ver en sus altares y capillas las más preciosas joyas de los más notables plateros de aquellos tiempos. Custodias, cálices, cruces procesionales etc, ricas en oro, plata y piedras preciosas.
Foto: Cruz procesional de Xuárez de Mayorga
(1550-1560),
en el Museo Nacional de Historia
del castillo de Chapultepec,
en la ciudad de Méjico.
Esto se daba en la sociedad guatemalteca, a donde llegaron desde España importantes orfebres desde muy temprana época. Muchas de sus obras han llegado hasta nosotros. A lo largo del siglo XVI, se conocen maestros que allí se asentaron, al menos desde 1524 que llega Pero Gómez, al que siguieron otos, entre los que destacó de manera especial Pedro Xuárez de Mayorga, de cuyas manos salieron piezas como el cáliz esmaltado de la colección Várez Fisa, de Madrid (Cat. nº 275), así como las cruces procesionales que se conservan en el Museo de Historia de Guatemala, o en el castillo de Chapultepec en la ciudad de Méjico y que proceden de la colección Alcázar, de la parroquia de la Ciudad Vieja.
Dos de sus cruces procesionales se encuentran en colecciones particulares y otra se encuentra en el Museum of International Folk Art, en Santa F de Nuevo Méjico. Existe una en el convento de Santo Domingo de Tecpatán (Oaxaca).
Hace unos años se recuperaba en Madrid un cáliz de plata dorada, había sido sustraído del Servicio Aduanero de Nueva York en 1991; había sido adquirido de buena fe, por un coleccionista de Madrid y pagado por él 13 millones de pesetas. El Cáliz obra de Pedro Xuarez de Mayorga, era una de estas piezas de las que estuvieron en los altares de las iglesias guatemaltecas, en el siglo XVI. FIN
Dos de sus cruces procesionales se encuentran en colecciones particulares y otra se encuentra en el Museum of International Folk Art, en Santa F de Nuevo Méjico. Existe una en el convento de Santo Domingo de Tecpatán (Oaxaca).
Hace unos años se recuperaba en Madrid un cáliz de plata dorada, había sido sustraído del Servicio Aduanero de Nueva York en 1991; había sido adquirido de buena fe, por un coleccionista de Madrid y pagado por él 13 millones de pesetas. El Cáliz obra de Pedro Xuarez de Mayorga, era una de estas piezas de las que estuvieron en los altares de las iglesias guatemaltecas, en el siglo XVI. FIN
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